Los responsables judiciales dicen que entre junio y agosto vació su patrimonialmadrid. La vista oral en la que los representantes legales de Díaz Ferrán, su socio, los hijos de ambos y su sociedad patrimonial, Inversiones Grudisan, intentaron ayer desmontar el concurso necesario de Air Comet, ha desvelado alguno de los datos que posiblemente contenga el informe concursal que verá la luz en breve. Entre estos, alguno de los más destacables es el hecho de que entre los meses de junio y agosto, Díaz Ferrán transmitió bienes de su patrimonial, Inversiones Grudisan, a otra sociedad. Además, la vivienda del hijo de Díaz Ferrán, se hipotecó a favor de Posibilitum, la empresa que compró Marsans, dos días después de que el juzgado mercantil número 8 ordenase el embargo de los bienes de los cuatro afectados para responder de aquellos pagos que habían avalado personalmente. Son estas circunstancias las que han propiciado que del embargo decretado por el juez por 37,6 millones sólo se hayan incautado 80.000 de otro consejero distinto. Oposición a la culpabilidad Los letrados intentaron demostrar que estaba mal calificado el concurso puesto que sus clientes actuaron diligentemente y, por tanto, no era necesario o culpable. Del mismo modo explicaron detalles financieros de la aerolínea para demostrar que el embargo decretado por 37,6 millones se debía anular. El problema es que todos sus argumentos fueron matizados por los administradores concursales que ya han revisado con lupa Air Comet. Así, ellos defendían que hasta diciembre de 2009 la empresa cumplió con todos sus pagos a la Seguridad Social, que se logró un aplazamiento y que, por tanto, no se puede basar en eso el concurso. Los administradores matizaron que el aplazamiento fue denegado, que se pagaron 1,8 millones pero se deben 24 millones y que las deudas con la Seguridad Social se arrastran desde 1997. Además, explicaron que la aceptación del aplazamiento tenía como condición indispensable que se abonasen los 3,6 millones que se debían de las cuotas de los trabajadores. El letrado de los empresarios embargados, Ignacio Castillo, intentó desmontar, también la deuda con Hacienda y aseguró que al igual que en el caso anterior se había llegado a un acuerdo y se dieron una serie de avales y no fue hasta finales de 2009 cuando se denegó el aplazamiento de las retenciones. Los administradores, sin embargo, dijeron que a la Agencia Tributaria (Aeat) se le debían 17 millones y que ésta no aceptó los avales que les presentaron. En concreto, se ofreció un hotel de lujo en México, por valor de 2 millones, y una garantía hipotecaria que venía firmada por Josep Xicola, lo cual no era garantía de nada ya que el empresario está imputado por estafa continuada, insolvencia punible y asociación ilícita. Además, remarcó que mensualmente la Aeat retiene 500.000 euros mensuales en concepto de IRPF. Castillo aseguró que se habían pagado los salarios y que, de hecho, se abonaron 5,5 millones. La administración concursal respondió que eso era cierto pero que en marzo de 2010 se debían 6,7 millones a los trabajadores. El último de los supuestos por los que declaró culpable el concurso eran los nueve procedimientos de ejecución de embargo ya decretados. Castillo restó importancia a este hecho puesto que aseguró que eran de unos 15.000 euros, sin embargo, los administradores concursales aseguraron que también los había por 9 millones de euros o por siete. ¿Por qué entró en concurso? Para demostrar que la insolvencia se produjo a finales de 2009, Castillo, explicó que todo se desencadenó tras la expropiación de Aerolíneas Argentinas, a nombre de Interinves, y los impagos del Gobierno de Kirchner. De hecho, para tener la tesorería que perdieron con la expropiación, los empresarios llegaron a un acuerdo para vender Air Comet por 90 millones y que esa compra se frustra, en diciembre de 2009, cuando ellos reconocen que empezaron los problemas financieros, porque un juzgado británico inmovilizó los aviones por un solo impago. De nuevo los administradores dijeron que fue por el impago de 54 millones de dólares (40,2 millones de euros) al HSH Nordbank por el arrendamiento de 4 aviones, a través de la sociedad irlandesa Astra, también de los dueños de Air Comet. Este hecho, también desencadenó que el ICO denegase un préstamo a Air Comet, continúa Castillo, por eso Teinver, la patrimonial de Ferrán y Pascual inyectó 140 millones y, además, aviación civil les renovó la licencia para lo que es necesario ser solvente. La administración, sin embargo, explicó que los impagos de Air Comet eran una situación que se producía desde enero de 2008 y que, de hecho, se financió con los 548 millones que la Sepi puso en Interinvest y cuando sucedió lo descrito por Castillo fue la propia Teinver la que ayudó a la compañía con 125,3 millones lo que supone nada en comparación con los 1.000 millones que les reportaba Aerolíneas Argentinas. La resolución del juez se conocerá antes de fin de año.