El resto tendrá que reclamar para poder cobrar por la propiedad intelectualmadrid. Los derechos de propiedad intelectual de los escritores vuelven a estar una vez más en entredicho. Cedro, el Centro Español de Derechos Reprográficos, ha modificado sus estatutos y a partir de ahora sólo pagará los derechos de los autores que se asocien a la entidad. Tal y como adelantó ayer elEconomista, esta organización, que actúa de forma similar a la SGAE, la Sociedad General de Autores y Editores, dejó de repartir casi 20 millones en los últimos años al no haber encontrado a los escritores titulares de los derechos. En concreto, 18,8 millones de euros.La organización reconoce en sus últimas memorias que "este nuevo sistema supone la eliminación de asignaciones económicas a titulares que no son miembros de Cedro y sobre los que no se dispone de datos suficientes para su localización".En la última modificación de Reglamento de Reparto, aprobada en junio de 2007, el artículo 2 sobre la distribución de derechos establece que para el reparto correspondiente a los libros "la parte autoral se repartirá entre los miembros de Cedro que sean titulares de derechos autorales y la parte editorial se distribuirá entre los miembros de Cedro que sean titulares de derechos editoriales, en ambos casos respecto de los libros que hayan sido editados o reimpresos en España en los tres últimos años anteriores al de cobro de los derechos repartidos".Reclamar para cobrarLa única salida que les quedará así a los escritores que no estén asociados será la de presentar una reclamación para exigir sus derechos a esta entidad. El problema radica en que a partir del año que viene los derechos empiezan a prescribir y la organización podrá comenzar a ingresar el dinero en sus cuentas de forma anual. Aunque su presidente, Juan Mollá, mantiene que "todavía no sabemos que es lo que vamos a hacer con ese dinero", los estatutos de la organización establecen ya que los derechos no repartidos pasarán a formar parte del patrimonio de Cedro. La organización insistió ayer en que no se ha quedado ni un sólo euro y que la recaudación de los derechos "no prescribe en su totalidad el próximo año, sino que lo hará por partes hasta el 2019, por lo que consideramos que hay tiempo para localizar a los escritores que pudieran tener cantidades pendientes de recibir".El año pasado, pese a las campañas para localizar a los autores y la contratación de dos empresas para ayudar en esta labor, la entidad sólo ha pagado un millón de euros de la deuda que tiene contraída con ellos, el 5 por ciento del total, que se eleva a casi 20 millones millones. Eso sí, Cedro tiene provisionadas en sus cuentas dinero suficiente para hacer frente al reparto de todos estos derechos.Salvedades contablesCedro además tiene una importante salvedad en las cuentas de 2006. Desde el 28 de julio de 2006, las tarifas que se aplican a los equipos vendidos para copiar libros serán consideradas provisionales hasta que los ministerios de Industria y Cultura presenten una orden ministerial, que lleva ya varios meses de retraso, en el que se fijen dichas cantidades y los aparatos que estarán incluidos.