Componen las cúpulas ante la exigencia del Banco de España de cerrar el proceso antes de fin de añoLos acuerdos laborales suponen el escollo más relevante para los SIP de Caja Madrid y CajasturComponen las cúpulas ante la exigencia del Banco de España de cerrar el proceso antes de fin de añoLos acuerdos laborales suponen el escollo más relevante para los SIP de Caja Madrid y CajasturComponen las cúpulas ante la exigencia del Banco de España de cerrar el proceso antes de fin de añoLos acuerdos laborales suponen el escollo más relevante para los SIP de Caja Madrid y Cajasturmadrid. Las amenazas de intervención del Banco de España y del Gobierno han obligado a las cajas a ponerse las pilas para poder cerrar antes de Navidad las fusiones en marcha. Los cuatro grupos que se trasformarán en bancos han acelerado en los últimos días los trámites para constituir los denominados Sistemas Integrales de Protección (SIP). Sin embargo, en los próximos meses tendrán que hacer un esfuerzo para llevar a cabo los planes de integración, especialmente en lo relativo a las aplicaciones de gestión y los ajustes de personal y oficinas. Todas las entidades implicadas aseguran que cumplirán con los calendarios y que los procesos van al ritmo más rápido posible, pero hay una -Cajasol- que sobrepasará el plazo dado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. La andaluza ha convocado su asamblea para el día 27 de diciembre, tres días después de la fecha tope, para autorizar su integración en Banca Cívica, un fusión que estaba ya operativa y que será ahora revisada. De esta manera, su incorporación al conglomerado compuesto por las cajas de Navarra, Canarias y Burgos no podrá ser una realidad hasta prácticamente el último día del año, ya que tras la asamblea se debe hacer oficial todos los documentos de registro de la modificación del perímetro de la entidad. Crisis de deuda La crisis de deuda y la desconfianza de los mercados sobre la evolución de España obligó al Banco de España a tomar una serie de medidas para mejorar algunos SIP y meter prisa en el cierre definitivo de la reestructuración del sector financiero hasta ahora planteada. Los expertos y las propias entidades consideran que habrá más operaciones en un futuro no muy lejano y la patronal de las cajas opina que de los 17 grupos quedarán 13 tras la segunda ola de fusiones. Hay cuatro procesos, que ya están funcionando, que mantienen por el momento el estatus de cajas. Son la unión de las gallegas, las dos grandes castellanas y los dos conglomerados gallegos. Además, ha habido dos absorciones y dos intervenciones. El resto de operaciones se realizarán a través de fusiones frías o SIP. El proyecto que más retrasado estaba y el que más preocupaba al Banco de España era el que encabeza Caja Madrid por sus dimensiones y repercusión sobre el resto del sistema. Se convertirá en el primer grupo de cajas con un volumen de activos de 340.000 millones. Sus responsables han cogido el toro por los cuernos y la última semana han logrado dar un impulso casi definitivo al plan. La práctica totalidad de los trámites se han realizado, entre los que se encuentran los más espinosos por las implicaciones personales y de poder. El viernes pasado constituyeron el consejo de administración y configuraron el equipo directivo. Pese al empujón aún falta un escollo importante: el acuerdo laboral que supondrá el ajuste de 3.800 empleados. El acelerón de la madrileña y sus socios ha dejado al SIP liderado por Cajastur como el más retrasado, aunque prevé dar un impulso importante en los próximos días. El conglomerado formado por la asturiana, la CAM y las cajas de Extremadura y Cantabria, además de la antigua CCM, tramita en la actualidad todos los pasos que tiene que dar para la constitución de una banco, cuya marca comercial no decidirá, previsiblemente, este mes. Uno de los motivos del retraso es la negativa de dos sindicatos a firmar el acuerdo laboral. En Cajastur esperan que se sumen pronto y faciliten el proyecto, que supondrá un recorte de 2.200 empleados. Las oficinas afectadas por la unión de estas cinco se establecerá posteriormente, una vez finalicen el análisis de solapamiento y rentabilidad. Fuentes del SIP sostienen que algunos integrantes, como CAM y CCM, habían llevado un ajuste previo de su red comercial, por lo que la cifra de sucursales que el nuevo banco recortará 400 oficinas. Los otros dos procesos de integración puestos en marcha se han visto alterados por los cambios establecidos por el Banco de España y por la incorporación de Cajasol a uno de ellos por sus problemas de resistencia futura. De ahí que hayan tenido que convocar asambleas extraordinarias para modificar los criterios del contrato e incluir, entre otros aspectos, la mutualización del 100 por ciento de los beneficios de los socios a la sociedad central. Más solidez El supervisor pretende con este nuevo modelo que estos dos conglomerados eleven su solidez en los próximos años, que serán difíciles para el sector por la bajada de la actividad y el endurecimiento de la normativa de capital. Basilea III. Banca Cívica deberá redibujar su composición y tendrá que revisar el acuerdo laboral y de composición tras la entrada de la sevillana, hecho que ha mermado el interés de JC Flowers por participar en su capital. El ajuste de empleados alcanzará, en principio, los 1.300 trabajadores, de los que 900 procederán de las filas de la caja presidida por Antonio Pulido. Por su parte, el SIP capitaneado por Caja Murcia cumplirá con todos los plazos establecidos después de que sus socios -Caixa Penedés, Caja Granada y Sa Nostra- hayan conseguido limar las asperezas sobre el nuevo reparto de poder y la composición del consejo.madrid. Las amenazas de intervención del Banco de España y del Gobierno han obligado a las cajas a ponerse las pilas para poder cerrar antes de Navidad las fusiones en marcha. Los cuatro grupos que se trasformarán en bancos han acelerado en los últimos días los trámites para constituir los denominados Sistemas Integrales de Protección (SIP). Sin embargo, en los próximos meses tendrán que hacer un esfuerzo para llevar a cabo los planes de integración, especialmente en lo relativo a las aplicaciones de gestión y los ajustes de personal y oficinas. Todas las entidades implicadas aseguran que cumplirán con los calendarios y que los procesos van al ritmo más rápido posible, pero hay una -Cajasol- que sobrepasará el plazo dado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. La andaluza ha convocado su asamblea para el día 27 de diciembre, tres días después de la fecha tope, para autorizar su integración en Banca Cívica, un fusión que estaba ya operativa y que será ahora revisada. De esta manera, su incorporación al conglomerado compuesto por las cajas de Navarra, Canarias y Burgos no podrá ser una realidad hasta prácticamente el último día del año, ya que tras la asamblea se debe hacer oficial todos los documentos de registro de la modificación del perímetro de la entidad. Crisis de deuda La crisis de deuda y la desconfianza de los mercados sobre la evolución de España obligó al Banco de España a tomar una serie de medidas para mejorar algunos SIP y meter prisa en el cierre definitivo de la reestructuración del sector financiero hasta ahora planteada. Los expertos y las propias entidades consideran que habrá más operaciones en un futuro no muy lejano y la patronal de las cajas opina que de los 17 grupos quedarán 13 tras la segunda ola de fusiones. Hay cuatro procesos, que ya están funcionando, que mantienen por el momento el estatus de cajas. Son la unión de las gallegas, las dos grandes castellanas y los dos conglomerados gallegos. Además, ha habido dos absorciones y dos intervenciones. El resto de operaciones se realizarán a través de fusiones frías o SIP. El proyecto que más retrasado estaba y el que más preocupaba al Banco de España era el que encabeza Caja Madrid por sus dimensiones y repercusión sobre el resto del sistema. Se convertirá en el primer grupo de cajas con un volumen de activos de 340.000 millones. Sus responsables han cogido el toro por los cuernos y la última semana han logrado dar un impulso casi definitivo al plan. La práctica totalidad de los trámites se han realizado, entre los que se encuentran los más espinosos por las implicaciones personales y de poder. El viernes pasado constituyeron el consejo de administración y configuraron el equipo directivo. Pese al empujón aún falta un escollo importante: el acuerdo laboral que supondrá el ajuste de 3.800 empleados. El acelerón de la madrileña y sus socios ha dejado al SIP liderado por Cajastur como el más retrasado, aunque prevé dar un impulso importante en los próximos días. El conglomerado formado por la asturiana, la CAM y las cajas de Extremadura y Cantabria, además de la antigua CCM, tramita en la actualidad todos los pasos que tiene que dar para la constitución de una banco, cuya marca comercial no decidirá, previsiblemente, este mes. Uno de los motivos del retraso es la negativa de dos sindicatos a firmar el acuerdo laboral. En Cajastur esperan que se sumen pronto y faciliten el proyecto, que supondrá un recorte de 2.200 empleados. Las oficinas afectadas por la unión de estas cinco se establecerá posteriormente, una vez finalicen el análisis de solapamiento y rentabilidad. Fuentes del SIP sostienen que algunos integrantes, como CAM y CCM, habían llevado un ajuste previo de su red comercial, por lo que la cifra de sucursales que el nuevo banco recortará 400 oficinas. Los otros dos procesos de integración puestos en marcha se han visto alterados por los cambios establecidos por el Banco de España y por la incorporación de Cajasol a uno de ellos por sus problemas de resistencia futura. De ahí que hayan tenido que convocar asambleas extraordinarias para modificar los criterios del contrato e incluir, entre otros aspectos, la mutualización del 100 por ciento de los beneficios de los socios a la sociedad central. Más solidez El supervisor pretende con este nuevo modelo que estos dos conglomerados eleven su solidez en los próximos años, que serán difíciles para el sector por la bajada de la actividad y el endurecimiento de la normativa de capital. Basilea III. Banca Cívica deberá redibujar su composición y tendrá que revisar el acuerdo laboral y de composición tras la entrada de la sevillana, hecho que ha mermado el interés de JC Flowers por participar en su capital. El ajuste de empleados alcanzará, en principio, los 1.300 trabajadores, de los que 900 procederán de las filas de la caja presidida por Antonio Pulido. Por su parte, el SIP capitaneado por Caja Murcia cumplirá con todos los plazos establecidos después de que sus socios -Caixa Penedés, Caja Granada y Sa Nostra- hayan conseguido limar las asperezas sobre el nuevo reparto de poder y la composición del consejo.madrid. Las amenazas de intervención del Banco de España y del Gobierno han obligado a las cajas a ponerse las pilas para poder cerrar antes de Navidad las fusiones en marcha. Los cuatro grupos que se trasformarán en bancos han acelerado en los últimos días los trámites para constituir los denominados Sistemas Integrales de Protección (SIP). Sin embargo, en los próximos meses tendrán que hacer un esfuerzo para llevar a cabo los planes de integración, especialmente en lo relativo a las aplicaciones de gestión y los ajustes de personal y oficinas. Todas las entidades implicadas aseguran que cumplirán con los calendarios y que los procesos van al ritmo más rápido posible, pero hay una -Cajasol- que sobrepasará el plazo dado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. La andaluza ha convocado su asamblea para el día 27 de diciembre, tres días después de la fecha tope, para autorizar su integración en Banca Cívica, un fusión que estaba ya operativa y que será ahora revisada. De esta manera, su incorporación al conglomerado compuesto por las cajas de Navarra, Canarias y Burgos no podrá ser una realidad hasta prácticamente el último día del año, ya que tras la asamblea se debe hacer oficial todos los documentos de registro de la modificación del perímetro de la entidad. Crisis de deuda La crisis de deuda y la desconfianza de los mercados sobre la evolución de España obligó al Banco de España a tomar una serie de medidas para mejorar algunos SIP y meter prisa en el cierre definitivo de la reestructuración del sector financiero hasta ahora planteada. Los expertos y las propias entidades consideran que habrá más operaciones en un futuro no muy lejano y la patronal de las cajas opina que de los 17 grupos quedarán 13 tras la segunda ola de fusiones. Hay cuatro procesos, que ya están funcionando, que mantienen por el momento el estatus de cajas. Son la unión de las gallegas, las dos grandes castellanas y los dos conglomerados gallegos. Además, ha habido dos absorciones y dos intervenciones. El resto de operaciones se realizarán a través de fusiones frías o SIP. El proyecto que más retrasado estaba y el que más preocupaba al Banco de España era el que encabeza Caja Madrid por sus dimensiones y repercusión sobre el resto del sistema. Se convertirá en el primer grupo de cajas con un volumen de activos de 340.000 millones. Sus responsables han cogido el toro por los cuernos y la última semana han logrado dar un impulso casi definitivo al plan. La práctica totalidad de los trámites se han realizado, entre los que se encuentran los más espinosos por las implicaciones personales y de poder. El viernes pasado constituyeron el consejo de administración y configuraron el equipo directivo. Pese al empujón aún falta un escollo importante: el acuerdo laboral que supondrá el ajuste de 3.800 empleados. El acelerón de la madrileña y sus socios ha dejado al SIP liderado por Cajastur como el más retrasado, aunque prevé dar un impulso importante en los próximos días. El conglomerado formado por la asturiana, la CAM y las cajas de Extremadura y Cantabria, además de la antigua CCM, tramita en la actualidad todos los pasos que tiene que dar para la constitución de una banco, cuya marca comercial no decidirá, previsiblemente, este mes. Uno de los motivos del retraso es la negativa de dos sindicatos a firmar el acuerdo laboral. En Cajastur esperan que se sumen pronto y faciliten el proyecto, que supondrá un recorte de 2.200 empleados. Las oficinas afectadas por la unión de estas cinco se establecerá posteriormente, una vez finalicen el análisis de solapamiento y rentabilidad. Fuentes del SIP sostienen que algunos integrantes, como CAM y CCM, habían llevado un ajuste previo de su red comercial, por lo que la cifra de sucursales que el nuevo banco recortará 400 oficinas. Los otros dos procesos de integración puestos en marcha se han visto alterados por los cambios establecidos por el Banco de España y por la incorporación de Cajasol a uno de ellos por sus problemas de resistencia futura. De ahí que hayan tenido que convocar asambleas extraordinarias para modificar los criterios del contrato e incluir, entre otros aspectos, la mutualización del 100 por ciento de los beneficios de los socios a la sociedad central. Más solidez El supervisor pretende con este nuevo modelo que estos dos conglomerados eleven su solidez en los próximos años, que serán difíciles para el sector por la bajada de la actividad y el endurecimiento de la normativa de capital. Basilea III. Banca Cívica deberá redibujar su composición y tendrá que revisar el acuerdo laboral y de composición tras la entrada de la sevillana, hecho que ha mermado el interés de JC Flowers por participar en su capital. El ajuste de empleados alcanzará, en principio, los 1.300 trabajadores, de los que 900 procederán de las filas de la caja presidida por Antonio Pulido. Por su parte, el SIP capitaneado por Caja Murcia cumplirá con todos los plazos establecidos después de que sus socios -Caixa Penedés, Caja Granada y Sa Nostra- hayan conseguido limar las asperezas sobre el nuevo reparto de poder y la composición del consejo.