El regulador, que podrá sancionar a las compañías, les solicita más informaciónmadrid/barcelona. Se cumplía un mes del apagón de Barcelona y los diez consejeros de la Comisión Nacional de Energía (CNE) se sentaban a la mesa para revisar la información facilitada por Endesa y Red Eléctrica de España (REE) sobre el que ha sido el culebrón eléctrico del verano. Después de casi tres horas de reunión, el Consejo del regulador seguía ayer sin sacar nada en claro. Para hacerlo, según informaban ayer desde el organismo que preside Maite Costa, necesitarán que las compañías les proporcionen más datos sobre lo ocurrido, algo que imitaba la decisión tomada el miércoles por la Generalitat de Cataluña, que también expresaba su decisión de requerir más información a las compañías para poder emitir un veredicto.Información adicionalEso sí, esta vez la CNE quiere darse más prisa y ha dado un plazo de diez días a los dos implicadas en el apagón para que remitan los documentos requeridos. En ellos, tanto una como otra tendrán que facilitar un análisis del cable, propiedad de Fecsa Endesa, que cayó sobre el parque de transporte de Collblanc, dependiente de Red Eléctrica, así como detalles "constructivos" sobre el estado de la línea subterránea que comunicaba Collblanc con Badalona.Junto con estos datos, tendrán que incluir también sendos informes realizados por peritos acerca de la investigación del incendio de la subestación de Maragall -uno de los desencadenantes del caos- y sobre la protección con que estaban dotadas las plantas afectadas.Otro de los aspectos que tendrán que analizar serán los accidentes que afectaron a las líneas eléctricas antes del 23 de julio, uno de los principales motivos esgrimidos por la eléctrica que preside Manuel Pizarro para culpar a REE de lo ocurrido. Una vez entregada esta información, algo que tendrá que ocurrir antes del próximo 2 de septiembre, el Consejo de la CNE decidirá si impone sanciones o no a las compañías, algo que dependerá de cuáles son las causas últimas del apagón señaladas por el regulador y, en consecuencia, quién se lleva la culpa de dejar sin luz a 350.000 usuarios.Concretamente, el Consejo decidirá, por ejemplo, cuáles fueron las causas de la caída del cable más famoso del último mes, cuál era el estado de la red antes del accidente y cómo estaban las protecciones de la red. Además, valorará cuál fue el origen del incendio en Maragall y recomendará tanto a REE como a Fecsa, filial catalana de Endesa, posibles actuaciones para evitar que se vuelva a a repetir lo ocurrido. Balance en BarcelonaY mientras en Madrid se reunían los consejeros de la Comisión, en Barcelona lo hacían Víctor Morlán, secretario de Estado de Infraestructuras, el delegado del Gobierno, Joan Rangel, y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, para hacer balance de la situación que vive la ciudad un mes después de quedarse a oscuras.Y parece que las conclusiones no han sido muy esperanzadoras, al menos para el dirigente barcelonés, quien mostraba su preocupación sobre si la red eléctrica de la Ciudad Condal podrá soportar el aumento de demanda que se producirá a la vuelta de las vacaciones. Hereu adelantaba en declaraciones a la televisión autonómica catalana que la alerta en Barcelona no se retirará hasta el mes de febrero, y que, al menos durante todo el mes que viene, todavía habrá generadores en las calles "por si la red volviera a fallar."Asimismo, Hereu volvió a recordar la necesidad de crear una red en malla para la ciudad, que permitiría tener alternativas de suministro en caso de que se volviera a producir un fallo como el del pasado 23 de julio.