AZNALCÓLLAR. "Gracias compañero por venir esta noche, ya ves lo que nos pasa ahora, seis años después, a la calle, lo mismo os puede pasar a vosotros en Delphi, la Junta no cumple sus compromisos, y eso que estaban por escrito". Juan José Fernández, veterano sindicalista de Boliden, nacido en Aznalcóllar, se alegra de recibir el apoyo personal y expreso del ex presidente del comité de Delphi, Antonio Pina. Ambos son de CCOO. Estamos en la Corta de Aznalcóllar, una gran balsa con miles de litros de aguas ácidas, "más al fondo", dice Fernández, "están las cenizas rojas tóxicas del desastre, tan enterradas como nos quieren enterrar ahora laboralmente". En 1998, la rotura de una balsa de la firma sueca Boliden Apirsa vertió seis millones de metros cúbicos de aguas ácidas y lodos contaminados en Aznalcóllar. Antonio, que lleva 27 años como minero, rememora una frase que escuchó hace seis años en boca de un responsable de la Junta: "Torpes seríamos si en seis meses no encontráramos trabajo para vosotros". El minero, resentido en su salud, completa: "Solo en dos años tuvimos que decirles que sí eran torpes, porque ya teníamos problemas. Y decían que tenían a un equipo de noventa personas para buscarnos trabajo".Los mediosHace calor, mucho calor en la Corta de Aznalcóllar, el viento levanta la tierra con fuerza y un cierto picor en la nariz delata que el ambiente no es muy sano. Llegan los víveres para pasar la noche y alguien conecta una luz de emergencia mientras suben y bajan los Land Rover de la empresa de gestión de medio ambiente de la Junta de Andalucía, Egmasa, la sociedad pública en la que trabajan 75 ex mineros de la firma sueca Boliden Apirsa. Juan José cuelga con furia su móvil: "¿Tu te crees?, dicen los de la tele local de mi pueblo que nos sacan pero siempre que yo deje de ser el portavoz, manda cojones". Pina le explica que el apoyo de los medios de comunicación y de la sociedad es "básico, en nuestro caso vital para el éxito de la negociación", pero que "hay que dejar las cosas claras, tienen que comprender que nos jugamos nuestro futuro y que los compromisos son para cumplirlos".Juan José cree que el de su empresa "fue un cierre político" y se queja de que "miles de hectáreas que antes eran de Boliden están siendo vendidas por la Junta de Andalucía, pero eso no revierte en beneficio de los trabajadores". Pina le escucha, sin decir palabra, preocupado quizás porque en septiembre comenzará un proceso similar para él, con la enajenación de los activos de Delphi, valorados en 150 millones de euros. Un documento de evaluación realizado por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa que nadie conoce, excepto la Junta. ActivosLos trabajadores se arremolinan junto a los dos líderes sindicales, escuchan atentos su conversación, el intercambio de experiencias. Juan José Fernández lo mira muy fijamente cuando afirma, sobre los activos de Boliden, que "ha habido empresarios que por cien millones de pesetas han cogío un almacén que valía más de mil, y eso va a ir a los juzgados, lo voy a llevar con alguno de la Junta de Andalucía. Lo digo públicamente aquí, y el día que me corten el cuello a mí voy a ir con 80 testigos, alguno prejubilado, que dirán lo que había allí. Vamos a denunciar de que aquí ha habido remanguillé. Han dado trabajos a empresarios privados por 100 millones de pesetas cuando nosotros lo podíamos haber hecho por menos, pero no es eso, es lo que había dentro, porque dentro había 3.000 millones de pesetas". Fernández le dice a Pina que tenga "cuidado" en su caso, y le da algunos nombres de funcionarios. "Llevamos seis años de calvario y pese a lo que diga el delegado provincial de Innovación, somos mineros, esto no se ha acabado y aquí hay trabajo de restauración ambiental para 25 años. No sé qué dirán los ecologistas cuando se enteren que ya no se hacen esos trabajos, será un escándalo".Juan José, hijo de sindicalista, "también de CCOO", no tiene reparo en calificar de "caciques" a los dirigentes autonómicos por su estrategia en estos momentos: "Lo digo porque los he tratado seis años, así que Antonio te queda mucho que pasar, lo que ha pasado en Boliden pasará en Delphi". Pina le dice que tiene confianza en que su proceso no será igual, que llegarán las empresas. "Vale Antonio, pero tu dame tu número de móvil, que tenemos que hablar mucho de estas cosas, te queda tela, esta gente no son de izquierdas", le advierte Fernández.Los ex mineros se encargan ahora de supervisar el control de cien pozos, con el objetivo de impedir que el agua contaminada se vierta de nuevo al río Guadiamar. Además de evitar los vertidos limpian las antiguas escombreras. "Por lo que nuestro trabajo es ahora cuidar el medio ambiente", afirma María Dolores, administrativo. Ella lleva veintisiete años, opina que "lo que ocurre ahora es impensable". Su marido, Francisco Braza, es minero. Tienen tres hijos. Su rostro refleja tristeza "por lo inútiles que son los políticos, que nos prometieron recolocarnos y sin embargo hemos terminado en contratas y subcontratas en precario". Hoy viernes, el delegado de Innovación de la Junta de Andalucía en Sevilla, Francisco Álvaro, se reunirá con los ex mineros de Boliden, junto a los representantes de la empresa Cobre Las Cruces, para que conozcan la oferta que le hacen las subcontratas.