Destina un menor porcentaje de sus beneficios a retribuir a sus accionistasmadrid. El consejo de administración de Repsol certificó ayer la paz entre la dirección de la petrolera y Sacyr después de un año de choques a costa del dividendo de la compañía. La petrolera acordó devolver el dividendo al mismo nivel que en el año 2008. De este modo, los accionistas recibirán el próximo 13 de enero un pago de 0,525 euros por acción, en concepto de dividendo a cuenta del presente ejercicio, lo que supone un incremento del 23 por ciento respecto al pago del año anterior. No obstante, el porcentaje de beneficios que se destinará a los accionistas se reducirá por el beneficio que supondrá la venta de la filial brasileña. Esta retribución será equivalente a un dividendo total con cargo al ejercicio 2010 de 1,05 euros por acción, es decir, que se volverá a la senda de crecimiento justo en el punto donde comenzó la disputa con el primer accionista de la petrolera: el presidente de Sacyr, Luis del Rivero. El en- frentamiento entre la dirección y la constructora comenzó a finales del pasado año cuando se anunció la intención de rebajar la retribución al accionista en un 19 por ciento, hasta un dividendo total de 0,85 euros por título. Pero las cosas han cambiado una vez que la petrolera ha seguido su política de aumentar los esfuerzos exploratorios para "llenar la nevera de reservas", con las premisas del propio Brufau y del director general de Upstream, Nemesio Fernández Cuesta. Incluso la dirección del grupo se negó a escuchar los cantos de sirena que pedían la venta de algunos activos a costa de que no se rebajara la retribución al accionista. Esta estrategia hizo que durante el pasado año, Repsol realizase una intensa campaña exploratoria, con 15 hallazgos de petróleo y gas, entre los que se encuentran algunos de los más importantes realizados por el sector durante el periodo. Los éxitos exploratorios de 2009 se sumaron a los obtenidos en 2008, año en el que Repsol participó en 3 de los 5 mayores descubrimientos del mundo. Y los frutos se van a recibir este año. Evolución del beneficio En concreto, el dividendo aprobado ayer es posible gracias a la favorable evolución del beneficio, que en los nueve primeros meses del año experimentó un alza del 32 por ciento, como consecuencia del aumento de la producción y de los mayores márgenes de refino, lo que destaca a esta petrolera como una de las más eficientes de la industria. Además, las previsiones para el cierre del año no pueden ser mejores, ya que en el último trimestre Repsol podrá apuntarse el éxito que supone la firma con la china Sinopec en octubre para crear un gigante petrolero por valor de más de 17.000 millones. Con todo, el consenso de analistas ya prevé que el grupo petroquímico alcance a corto plazo un beneficio récord y la petrolera se ha convertido en uno de los valores del Ibex que la mayoría de firmas de inversión recomienda comprar. Otro de los puntos fuertes que se puede apuntar Repsol este año es la previsible venta de un 10 por ciento de la filial argentina YPF al empresario Enrique Eskenazi, que había suscrito una opción de compra que expedía en febrero de 2012. Sin embargo, y ante el potencial de la petrolera, la venta puede cerrarse antes de que finalice el año. Eskenazi ya posee 15,4 por ciento y si se ejecuta la compra adicional puede suponer un desembolso de 1.300 millones de dólares. Asimismo, la petrolera ya ha colocado un 0,6 por ciento de esta filial en la bolsa de Nueva York para constatar el apetito del mercado y prepara su salida a cotizar en el Latibex. En la presentación de Plan Estratégico, Brufau ya aseguró que el grupo volvería a la senda del crecimiento y todos estos hitos han facilitado alcanzar de nuevo la política retributiva. Por otro lado, el Consejo tomó nota de la incorporación de José Manuel Carrera, en sustitución de Raúl Cardoso, como representante de Pemex Internacional España, que es uno de los accionistas de referencia del grupo. Los títulos de Sacyr retrocedieron ayer un 3,81 por ciento, mientras Repsol, por su parte, subió un 0,62 por ciento. La constructora perfirió no valorar ayer oficialmente la decisión de la petrolera. Sacyr se encuentra inmersa en un proceso de ampliación de capital que podría cerrarse a finales de este año o principios del siguiente. La CNMV todavía no ha aprobado la operación y sigue pendiente de la entrada de nuevos inversores entre los que se perfila el Grupo Fuertes, que asegura que no ha tomado una decisión.