MADRID. La salida a bolsa de Cacaolat es ya historia. La familia Ruiz-Mateos ha decidido cambiar de estrategia y tras paralizar de forma definitiva el salto al parqué de la conocida marca de productos lácteos, está buscando ahora fondos de inversión dispuestos a financiar su expansión. Según reconoce la compañía, hay negociaciones ya muy avanzadas para lograr, en plena restricción del crédito, al menos 70 millones. "Cacaolat es una empresa muy rentable y está libre de deuda", asegura el consejero delegado del grupo, José María Ruiz Mateos. Nueva Rumasa ha diseñado un plan estratégico para Cacaolat a cinco años que incluye la construcción de una nueva fábrica en Barcelona, la extensión de su gama de productos y su expansión internacional. Con una facturación próxima a los 100 millones de euros, el objetivo es convertirse en el líder del mercado a escala nacional. Ruiz-Mateos explicó ayer en declaraciones a elEconomista que "la salida a bolsa, planteada en un principio, ha quedado descartada debido a la situación actual de los mercados". En el futuro también se podría acudir a esos mismos fondos para financiar otras empresas.