En plena temporada estival, con Lorenzo a punto de caramelo y un calor de justicia, la luz solar se ha convertido en una apuesta segura para los inversores a este lado del Atlántico. Desde que el ex vicepresidente de Estados Unidos Al Gore comenzó su cruzada contra el cambio climático, el histerismo por la energía verde ha provocado que la gran variedad de compañías especializadas en los distintos sectores hayan visto como sus participaciones en bolsa se han disparado. Así que enfúndense unas gafas y úntese la crema porque el rey sol está de moda. De un tiempo a esta parte el sector de la energía solar ha captado la atención de muchos accionistas dentro de la industria de las energías renovables, y no es para menos. Sólo hace falta echar un ojo al índice Wilder Hill Global Innovation, compuesto por un total de 17 compañías solares, que desde comienzos de año ha subido un 75 por ciento. Un porcentaje nada desdeñable visto como está el panorama dentro de los clásicos mercados de Wall Street, donde el sector financiero e inmobiliario no pasan su mejor momento. Con este panorama, hay dos opciones muy claras. Desde el lado empresarial es el momento de que las compañías dedicadas al desarrollo de energía solar se lancen a la piscina y salgan a bolsa. Mientras, los inversores no deben dejar pasar la ocasión de aprovecharse de este filón lumínico y es que, al fin y al cabo, nos queda sol para rato.Los números prueban esta hipótesis. Según la firma de investigación de mercados, New Energy Finance, el dinero recaudado por las ofertas iniciales de venta pública de las empresas del sector acumula en 2007 más de 4.700 millones de dólares, mientras que hace un año tan sólo conseguían 2.200 millones de dólares y en 2005, la cifra apenas tocaba los 1.500 millones de dólares. La euforia desatada por la energía solar está justificada por distintos factores, que parecen haber coincidido en el tiempo y haber desencadenado este disparo de beneficios dentro de la industria. En primer lugar, el precio de combustibles convencionales como el crudo o el gas se ha disparada hasta cotas impensables los últimos años. Las circunstancias geopolíticas, así como la dependencia entre las potencias mundiales, han hecho cambiar el litro de gasolina a precio de oro. Seguidamente, cada vez existen más pruebas científicas que relacionan el consumo de combustibles fosilizados con el calentamiento global del planeta. A un nivel más local, a este lado del Atlántico, se han dado una serie de circunstancias y cambios en la política medioambiental que también han favorecido a las compañías solares. Por ejemplo, en el estado de California, su gobernador, Arnold Schwarzenegger, planea instalar paneles solares en cerca de un millón de azoteas. En Europa, el panorama es algo más confuso, ya que mientras que en Alemania la producción de energía solar ha decrecido en los últimos años, en España está en pleno auge. De momento, en EEUU durante los últimos tres meses, dos compañías dedicadas a estos menesteres han hecho su debut en la bolsa. Las acciones de LDK Solar y Yingli Green Energy Holding han subido durante su corto periodo de tiempo como cotizadas cerca de un 60 por ciento. La avanzadilla china también cuenta con un amplio potencial en este campo y en los dos últimos trimestres cuatro entidades asiáticas, JA Solar, Solarfun, Trina Solar y Canadian Solar, se han estrenado en los mercados norteamericanos. Sun Power, la mayor empresa estadounidense dedicada al desarrollo de energía solar, ha subido más de un 67 por ciento en los últimos meses. Eso sí, no es oro todo lo que reluce y las proyecciones a largo plazo son bastante difusas. Hay que tener en cuenta que no existen muchos analistas que sigan esta clase de mercados por lo que el futuro es bastante volátil en cierta forma.