Los dos empresarios harán frente con sus medios personales al agujero patrimonial de Viajes Marsans de 417 millonesMADRID. La titular del Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid, Ana María Gallego, ordenó el pasado jueves el embargo preventivo de los bienes propiedad de Gerardo Díaz Ferrán, Gonzalo Pascual y la sociedad Posibilitumm para cubrir un agujero patrimonial de 417,3 millones de euros de Viajes Marsans. El auto, que atiende las peticiones formuladas por los administradores concursales de la sociedad, ordena el embargo de cinco fincas propiedad del todavía presidente de la CEOE, situadas en la localidad lucense de Baralla, así como otras cinco de Gonzalo Pascual, tres en Toledo y dos en Madrid, así como las cuentas y depósitos de los dos empresarios. Se trata del segundo embargo cautelar al que se ven sometidos los dos antiguos socios, dado que el Juzgado de lo Mercantil número 8 de Madrid ya ordenó una medida similar el pasado mes de agosto para cubrir una deuda de Air Comet, en suspensión de pagos desde diciembre, cifrada en 37,6 millones. El auto de la juez no tiene desperdicio. Tras justificar la orden de embargo, relata pormenorizadamente detalles relacionados con el concurso de acreedores y deja entrever que será calificado como "culpable" por la demora en su presentación. En otras palabras, Díaz Ferrán y Pascual extendieron en el tiempo de forma artificial la actividad de Viajes Marsans, pese a que la sociedad se encontraba desde hacía meses en situación de insolvencia, lesionando los intereses de los acreedores. La juez precisa que el pasivo presentado asciende a 429,4 millones, mientras los ingresos previstos sólo alcanzan 12,1 millones, arrojando un desequilibrio patrimonial de 417,3 millones de euros. Pese a esta situación económica insostenible, el auto detalla gastos estructurales de difícil explicación. Por ejemplo, la contratación de personal vinculado con Posibilitumm, la sociedad que posteriormente adquirió Viajes Marsans, con salarios brutos que oscilan entre 125.000 y 500.000 euros, semanas antes de declararse en suspensión de pagos. A la juez le produce "estupor" el hecho de que Díaz Ferrán y Pascual se dieran de alta en la sociedad pocos días después de ser solicitado el concurso de acreedores. Los dueños de Posibilitumm tampoco salen bien parados. El auto califica de "grave inexactitud" la "disparidad" en la valoración del activo de 40,8 millones de euros aportados por la empresa en su solicitud de concurso, respecto a los 12,1 millones presentados en la petición de liquidación anticipada. El auto recoge la "falta de colaboración" de los gestores con los administradores concursales y cuestiona algunas de las ventas ejecutadas, como la de la filial brasileña.