La crisis de la matriz austriaca alarma a los trabajadores de la firma privatizadabilbao. Este viernes, día 12, las oficinas centrales de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) tendrán frente a sus puertas a casi la totalidad de la plantilla de la compañía Babcock Power España, antigua Babcock Wilcox que fue privatizada en 2001. Por ahora está confirmado el flete de seis autobuses, que pueden trasladar a unos 330 trabajadores, de los 400 totales con que cuenta la firma. El comité de empresa ha solicitado reunirse con Sepi para reclamar que se cumplan los términos del acuerdo de privatización, en los que se fijaba un periodo en el cual si la nueva Babcock entraba en crisis Sepi debía asumir la protección de los trabajadores de la antigua empresa pública de bienes de equipo. Hasta el momento, Sepi no ha aclarado si recibirá a los trabajadores de Babcock, aunque públicamente señaló hace un par de semanas que estaba analizando la situación de la compañía y manteniendo contactos con las partes, pero desde el comité de empresa aseguran que a ellos no se han llamado. La urgencia del comité de empresa por reclamar su encuentro con Sepi responde a que el periodo de cobertura finaliza el 31 de diciembre y a que el 20 de octubre el consorcio industrial austríaco A-Tec Industries AG (propietario indirecto de Babcock a través de Austrian Energy & Environment -AE&E-) anunció ante el Tribunal de lo Comercial de Viena que entraba en proceso de insolvencia. El grupo se vio abocado a tramitar la situación concursal ante las dificultades en la refinanciación de una emisión de obligaciones, relacionadas a su vez con un "dramático deterioro" de la situación de su subsidiaria australiana AE&E. Los austriacos, que han pasado a ser gestionados bajo tutela administrativa, preparan un plan de saneamiento del grupo con el que esperan poder resolver el concurso de forma satisfactoria a mediados de enero de 2011. El plazo para presentar demandas de acreedores concluye el 15 de diciembre. Pérdidas e incumplimientos La historia de Babcock es la de una empresa que vive en permanente crisis desde los años ochenta. Fundada en 1918, en 1983 fue absorbida por el entonces organismo público INI (Instituto Nacional de Industria) y tras una larga serie de reconversiones fue privatizada en 2001 en favor de la alemana Babcock Borsig, pero nueve meses después los nuevos dueños entraron en insolvencia y Sepi se implicó en la búsqueda de un nuevo empresario que supuso la entrada en 2004 de la austriaca ATB, filial de A-Tec Industries. El Comité de Empresa denuncia que Babcock arrastra en los dos últimos años pérdidas de 60 millones; su cartera de pedidos es casi inexistente; y los propietarios no han realizado las inversiones en equipos ni transferencia tecnológica comprometida. Los trabajadores miran con preocupación la fecha del 31 de diciembre, en que termina la cobertura de las garantías de Sepi, que asegura el pago último de las nóminas y las condiciones en caso de extinción de contratos (prejubilaciones a los 52 años con el 76 por ciento del salario, planes de recolocaciones e indemnizaciones de 45 días por año trabajado sin límite). Además el 31 de mayo ATB tendría manos libres sobre los terrenos y los activos.