Robert Nardelli, ex jefe ejecutivo de Home Depot, toma las riendas de la compañía nueva york. Desde que la firma de capital de riesgo Cerberus Capital Management LP tomara el mando dentro del fabricante automovilístico Chrysler estaba claro que la compañía iba a registrar cambios drásticos y, por eso, el nombramiento ayer de Robert Nardelli como nuevo consejero delegado de Chrylser no ha pillado desprevenido a nadie. Eso sí, pone de manifiesto que se avecinan cambios sin precedentes. ¡Agárrense que vienen curvas!El desembarco de Nardelli, que abandonó el timón de Home Depot -la tienda de productos y servicios para hacer mejoras en el hogar- hace unos meses, se ha convertido en un soplo de aire fresco en Detroit, que últimamente ha comenzado a recibir capitanes de industrias completamente ajenas a la automovilística para intentar paliar la crisis que ondea por las principales compañías del sector. Si no, sólo hay que echar un vistazo a Ford, que no dudó en contratar a Alan Mulally, alto ejecutivo de Boeing. Lo sorprendente en el caso de Chrysler es que el ex consejero de Home Depot cuenta con una reputación conflictiva y su salida de la compañía no fue un camino de rosas. En primer lugar su sueldo, un paquete valorado en más de 210 millones de dólares, puso de los nervios tanto a sus empleados como a los inversores de Home Depot, que no creían que el trabajo de Nardelli fuera tan prodigioso como para tal recompensa. Quizás por esta razón, el salario de Nardelli dentro de Chrysler podría estar ligado a las operaciones y beneficios del fabricante, además de la evolución del valor de mercado de la compañía. Aún así, el nuevo consejero delegado tendrá pleno poder y control para hacer y deshacer a su antojo sin tener que enfrentarse a la posible ira de los accionistas. El fondo de capital riesgo Cerberus se hizo con el 80,1 por ciento de Chrysler a cambio de invertir cerca de 5.000 millones de dólares en el fabricante y otros 1.000 millones en su brazo financiero. Además, Chrysler ya se ha deshecho de más de 13.000 trabajadores, amén de invetir cerca de 3000 millones de dólares en el desarrollo de motores.