LOS ÁNGELES. Los míticos estudios de cine Metro Goldwyn Mayer (MGM), conocidos principalmente por la saga sobre James Bond, se declararon en quiebra ayer miércoles en base a una versión modificada de su plan de reestructuración de deudas, que permite al multimillonario Carl Icahn obtener un sillón preferente en su consejo de administración. Metro Goldwyn Mayer anunció en un comunicado haberse colocado bajo la protección de la ley de quiebras estadounidense (Capítulo 11) ante un tribunal del distrito sur de Nueva York, solicitando "la aprobación de su plan de reestructuración preaprobado" por sus acreedores. "A cambio del apoyo de Icahn al plan, el catálogo existente de Spyglass no forma parte del acuerdo, pero los próximos films, sí estarán incluidos", precisó a la Afp un portavoz de MGM. Icahn precisó en otro comunicado que podría designar a un miembro del consejo de administración. MGM espera que ese plan modificado será aprobado en 30 días, permitiéndole gracias a una operación de conversión de títulos en acciones, saldar una deuda de 4.000 millones de dólares (4.592 millones de euros).