Empieza a llamarles por teléfono para informar sobre la operación y sondear las comprasmadrid. BBVA ya ha puesto en marcha toda su fuerza comercial para asegurarse una buena respuesta de los pequeños ahorradores a la ampliación de capital que acaba de iniciar. Así, los clientes accionistas del banco ya han empezado a recibir las primeras comunicaciones informando de la operación. En muchos casos, el medio escogido es una llamada telefónica, en la que el empleado explica al cliente las características de la ampliación, el número de títulos a los que tiene derecho, y el precio de la nueva acción, para sondear su interés por acudir a la suscripción. BBVA tiene, a cierre de septiembre, 889.100 accionistas, ligeramente por encima de los registrados en el último año, pero algo menos que a cierre de 2008. Según datos del banco, el 53,6 por ciento de estos inversores residen en España y el 93,8 por ciento tienen menos de 4.500 títulos, lo que supone que controlan el 12,5 por ciento del capital, es decir, una de cada ocho acciones. Para llegar a este nicho, BBVA dispone de los medios de sus más de 3.000 oficinas en España. En este tipo de operaciones el banco debe ser activo, ya que si el cliente no informa de cuáles son sus intenciones, recibirá el ingreso por la venta de sus derechos en bolsa, cuyo precio flúctua durante unos días en función de la evolución de la acción, pero no se le adjudicarán nuevos títulos. El periodo de suscripción de derechos se inicia hoy y concluye el próximo día 19. Una semana después, el 26 de noviembre, se procede a la asignación de las nuevas acciones, que empezarán a cotizar el 1 de diciembre. El precio de adjudicación de los nuevos títulos es de 6,75 euros, un 29 por ciento menos que la cotización del pasado viernes y un 23,5 por ciento inferior al cierre de ayer. Con la ampliación, de la que espera obtener 5.000 millones de euros, financiará la compra del 24,9 por ciento del turco Garanti. Por ahora, la reacción de las agencias de calificación a esta adquisición ha sido favorable. Standard & Poor's comunicó ayer que mantiene el rating a largo y corto plazo. La entidad que preside Francisco González mantiene así una calidad "superior" a largo y corto plazo, con escasa sensibilidad a un entorno adverso. A juicio de S&P, los mayores riesgos derivados de la exposición al mercado turco son mitigados en parte por la "actitud conservadora" de BBVA. Sin embargo, explica que la perspectiva sigue siendo negativa porque aún existe la posibilidad de un mayor deterioro en el perfil financiero de la entidad. La firma, según Ep, también valora positivamente que el banco sólo haya adquirido una participación, ya que de este modo el impacto del riesgo se limita, así como el acuerdo alcanzado con el Grupo Dogus, que tiene una "probada experiencia". Asimismo, resalta que los factores que han motivado el mantenimiento del rating son las fuertes franquicias del banco en mercados clave y su rentabilidad financiera sostenida. La agencia también subraya que BBVA ha capeado la crisis económica y financiera "relativamente bien", y que la perspectiva negativa también refleja en gran medida los retos a los que se tiene que enfrentar. Entre ellos, cita el desarrollo de la franquicia en Estados Unidos en un entorno aún débil.