La nueva coalición de centro-derecha alargará la vida de las centralesbruselas. Un tanto a favor del lobby de la energía atómica. Bélgica, cuyas siete centrales nucleares suministran dos tercios de la electricidad consumida en el país, cambia de tendencia y cuestiona su decisión de abandonar esta fuente de energía. Los liberales y los demócrata-cristianos que desde las elecciones generales de la pasada primavera negocian la formación del próximo Gobierno de coalición, han alcanzado un principio de acuerdo para prorrogar el periodo de vida útil y la explotación de algunas de las centrales nucleares existentes. La coalición que hace un lustro formaba el Ejecutivo, integrada por liberales, socialistas y ecologistas, decidió el abandono escalonado de esta fuente de energía entre los años 2015 y 2025. Pero dejó abierto el resquicio para replantearse la cuestión a la luz de la evolución de los acontecimientos. Es lo que acaban de hacer los miembros del presumible próximo Gobierno, salvo que las negociaciones para la formación del mismo fracasen y los socialistas o los verdes se sumen a ellas para garantizar suficientes apoyos al nuevo Ejecutivo federal.Bélgica da marcha atrás para garantizar su suministro energético, y para luchar contra el cambio climático limitando sus emisiones de CO2. Parte de los beneficios excepcionales de mantener en explotación centrales ya amortizadas será destinado al despliegue de fuentes alternativas de energía.