Un 32% de la familia acepta vender Dow Jones al magnate por 5.000 millonesNueva York. Tras tediosas semanas de conversaciones, el gurú mediático Rupert Murdoch se ha salido una vez más con la suya y ha conseguido el respaldo suficiente por parte de los Bancroft para seguir adelante con su plan de comprar Dow Jones & Co y tomar el timón de su cabecera más influyente, el prestigioso The Wall Street Journal. Pese a que todavía quedaban cabos sueltos por atar y varias reuniones pendientes, ya que los respectivos consejos de ambas compañías tenían previsto encontrarse a lo largo de la tarde de ayer (noche en España), la edición online de The Wall Street Journal informaba que fuentes cercanas a la operación confirmaron que cerca de un 32 por ciento de acciones correspondientes a los Bancroft y sus tesoreros respaldaron la venta de la compañía a cambio de 5.000 millones de dólares o 60 dólares por acción. Según las estimaciones, News Corp, la compañía de Murdoch, debería obtener el respaldo de entre un 30 o 34 por ciento de la saga familiar para poder seguir adelante con la compra.La confirmación oficiosa del acuerdo tuvo como principal protagonista a John Prestbo, director ejecutivo y editor del índice Dow Jones, quién no dudó en declarar a algunos periodistas en Chicago que la familia Bancroft, que posee el 64,2 por ciento de las acciones de la compañía, aceptó el trato. Así Prestbo, haciéndose eco de un memorando interno de la compañía no dudó en reconocer que "Dow Jones será ahora parte de News Corp". Un imperio de la comunicaciónCon este panorama, Murdoch pone un envidiable clímax a su carrera como fundador de uno de los imperios multimedia más importantes del mundo, cuyo valor de mercado sobrepasa con creces los 28.000 millones de dólares. Más de 100 periódicos a lo largo de todo el mundo, los canales de televisión de la Fox o la comunidad online MySpace, eran hasta ahora sus más preciada criaturas. Este viejo veterano ha sabido arreglárselas para arrebatar de manos de los Bancroft una de las cabeceras financieras más prestigiosas del mundo a golpe de talón. Por supuesto, la suculenta oferta, que algunos han considerado sobrevalorada, creó un cisma dentro de la familia de los Bancroft, que ha decidido poner en peligro la independencia editorial labrada durante más de un siglo de historia a cambio de dinero contante y sonante. Lo sorprendente han sido los continuos cambios de bando dentro de las distintas ramas familiares. Hasta hace unas horas, los Denver, que poseen cerca de un 9,1 por ciento de las acciones con derecho a voto, se habían mostrado en contra de la venta tras considerar que la prima a pagar por Murdoch, que sobrevalora la empresa en más de un 67 por ciento no era suficiente. ¿Qué les hizo cambiar de opinión? La decisión de última hora de proponer la creación de un fondo especial para correr con los gastos legales y de supervisión derivados de la enmarañada división de títulos dentro de la familia. Una propuesta que desempeñó un papel decisivo para que los Denver volvieran a cambiar de bando. Una maniobra millonariaAl parecer, los 30 millones de dólares que costarán los servicios prestados por Merrill Lynch y los bufetes de abogados Hemenway & Barnes y Wachtell, Lipton, Rosen & Katz, correrán a cargo de News Corp, después de que se formalice el acuerdo. Por eso, The Wall Street Journal aseguraba ayer que gran parte de los Denver podrían haber cambiado de opinión en el último instante.Algunas de las ramas que sí tuvieron claro desde el principio que la operación debería seguir adelante fueron la de los Cook -con cerca del 23 por ciento de superacciones con derecho a voto-, la de los hermanos Lehman con el 2,4 por ciento y la de los McElree, con un 2,3 por ciento. Aún así, al cierre de esta edición se desconocía la posición de otros grupos familiares como los Ottaway o los Cox. Tampoco se conocía el resultado de los consejos de administración de cada una de las dos compañías, si bien se esperaba que no truncaran el ambicioso sueño de Murdoch de hacerse con el grupo Dow Jones.