madrid. Acertar con las necesidades del usuario es el mayor quebradero de cabeza de las compañías. Por eso Telefónica ha decidido transformar parte de su departamento de I+D en gran hermano. Y no es que ahora se lance a producir programas de televisión, sino que ha creado un confortable hogar al que invita a usuarios cuidadosamente seleccionados en función del producto a crear o a lanzar. ¿Y por qué es un gran hermano? La casa tiene camufladas 12 cámaras con un zoom que permite, incluso, ver la pantalla de los ordenadores y tres micrófonos ocultos a los que se unen los corbata que llevan los participantes. Junto a la casita de Telefónica existe una sala de observación con pantallas para visualizar todo lo captado por las cámaras, mesa de sonido y sistemas de grabación que funcionan 24 horas. Además, todo aquello que comentan los usuarios se puede ver remotamente desde cualquiera de los centros I+D de Telefónica. El equipo que toma decisiones en función de aquello que cuentan los usuarios, está formado por seis psicólogos, antropólogos y un ingeniero que trabajan en estrecha colaboración con diseñadores, desarrolladores, equipo de marketing y estrategia y responsables de negocio. "Queremos que el usuario se sienta como en su casa para que la información sea de máxima calidad ya que eso se traduce en inversiones millonarias" explicó David Del Val, director de desarrollo de nuevos productos. El ejecutivo considera fundamental este tipo de laboratorio para el nuevo mercado de aplicaciones móviles y servicios que se perfila como el de mayor crecimiento. "Son este tipo de experimentos los que te permiten llegar al detalle que marca la diferencia para el usuario" aseguró Del Val, aunque matizó que siempre que el usuario te cuenta un problema o una necesidad sin cubrir hay que preguntarse por qué dice eso. Uno de los productos que Telefónica ha puesto en circulación fruto de esta experiencia es Imagenio videoclub.