Claramunt consigue ofrecer ese precio con estufas de leña o el lavadero tradicional y eliminando intermediarios madrid. Xavier Claramunt ya sorprendió al gran público con su Galactic Suite, el primer hotel del espacio, que en 2012 abrirá sus puertas a 450 kilómetros de la tierra, y que contará con un spa en gravedad cero para que los clientes puedan disfrutar con una burbuja de agua. Ahora prepara promociones de viviendas nuevas a menos de 1.000 euros el metro cuadrado, unos precios que califica de "imbatibles" y que se consigue eliminando los intermediarios entre la compra del solar y la venta final, con lo que se evitan las comisiones. Además, incluye sistemas tradicionales como la estufa de leña o el lavadero. El primer edificio se empezará a construir a finales de 2010 en Sabadell (Barcelona) y está previsto que esté listo en agosto de 2011, según ha explicado a Efe Claramunt, de Equip Claramunt, uno de los creadores de esta constructora, junto con Jordi Fernández Viña, de Ingeniería y Gestión Engisa. Estufa de leña y lavadero Claramunt ha explicado que se trata de un bloque de cinco plantas con viviendas que van de los 50 a los 85 metros cuadrados en las que se reutilizan y actualizan sistemas tradicionales como la galería, la estufa de leña, el lavadero, terrazas y balcones. En cuanto a la construcción de los inmuebles, la empresa basa su modelo en el uso de elementos prefabricados, la concentración de instalaciones, que permite ganar velocidad de ejecución y facilidad en el mantenimiento, y el uso de sistemas pasivos de aprovechamiento energético. Así se acortan plazos de construcción gracias a la técnica, lo que hace que el beneficio pueda aparecer antes. Los creadores de este proyecto, que quiere ser "como el Ikea de la vivienda", quieren demostrar "que es posible comprar un piso nuevo de 85 metros por menos de 90.000 euros". Para evitar que los compradores especulen con la vivienda, la compra incluye un contrato de permanencia. Además, se hará una selección de las personas que accedan a estos pisos. Las viviendas Smartliving tendrán un nivel de acabados básicos para entrar a vivir, pero el cliente podrá aumentarlos, o bien optar por hacerlo a medida que aparezcan nuevas necesidades, una fórmula que evita encarecer el piso con elementos innecesarios. La empresa ofrece la posibilidad de que sociedades paralelas ofrezcan servicios de construcción e interiorismo para los que quieran y puedan pagar una vivienda más personalizada. Los promotores del proyecto insisten en que los jóvenes y las nuevas familias necesitan una casa diferente y que se puede comprar una casa sin necesidad de hipotecarse para toda la vida. Además, sostienen que eliminando intermediarios se abarata sustancialmente el precio del metro cuadrado. Desde Claramunt son conscientes de que su iniciativa va a provocar muchas reacciones en el sector de la construcción, y recuerdan cómo en los años 50 ya hubo una compañía en EEUU que ofrecía viviendas prefabricadas un 25 por ciento más baratas que en el resto del mercado.