Zapatero ve "sensatas" y "preventivas" las exigencias impuestas al sectormadrid. Las reacciones sobre las nuevas reglas para la banca no se hicieron esperar. Desde todos los ámbitos salieron valoraciones sobre lo que se ha llamado Basilea III. De entre todos los pronunciamientos cabe destacar el de la patronal de los bancos españoles AEB, por su crítica a la metodología. El resto de opiniones son más bien favorables al acuerdo de los supervisores. Un portavoz de la AEB consideró que la medida deja en una situación de desventaja a sus asociados al producirse un "agravio comparativo", ya que no han recibido ayudas públicas y éstas van a computar como capital de primera cate- goría hasta 2018. Los mayores requerimientos de capital a los que deberán hacer frente las entidades deben aplicarse de manera homogénea, coordinada y uniforme en todos los países, "sin alterar las condiciones de igualdad competitiva", según la fuente. No obstante, la AEB destaca que las entidades españolas ya cumplen con los requisitos de Basilea III o "están en perfectas condiciones de hacerlo en el tiempo establecido". De las demás opiniones sobresalen dos. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, elogió la decisión de los responsables de los bancos centrales, que es una manera de "actuar con sensatez y sentido de la responsabilidad". Así, quiso dar su visto bueno a las medidas adoptadas, que tendrán que ser ratificadas en la próxima reunión del G-20. Zapatero aprovechó la ocasión para destacar el modelo español, que aguantó "muy bien" la reciente crisis financiera porque tenía medidas preventivas "mucho más intensas" que otros países. Quien también quiso pronunciarse sobre Basilea III fue el presidente de La Caixa, Isidre Fainé, que valoró "positivamente" los acuerdos porque "fortalecen los estándares de capital y transparencia de las entidades financieras". Fainé recordó que La Caixa "siempre ha destacado por sus elevadas fortalezas de solvencia y liquidez", y sostiene que su capacidad de generación de capital permitirá cumplir a la entidad con las exigencias. Desde Bruselas fue el comisario responsable de Servicios Financieros, Michel Barnier, el encargado de hacer una valoración. Sostuvo que se trata de un "ambicioso acuerdo" que fortalecerá la estabilidad financiera y ayudará a prevenir así futuras crisis. "Este acuerdo tendrá un impacto muy importante en Europa ya que la mitad de los activos bancarios mundiales se encuentran aquí", señaló Barnier en un comunicado. "Hemos extraído las lecciones de la crisis exigiendo una mejor capitalización bancaria y colchones más importantes de liquidez, dos elementos esenciales para fortalecer la estabilidad de nuestro sistema financiero", señaló el comisario, que también hizo refencia a los plazos de adaptación. "Es suficientemente largo para permitir mejoras graduales y no poner en peligro el crecimiento económico", dijo.