El presidente del Gobierno tiene prisa por cerrar un conflicto al que se suma una huelga de hambre de cuatro trabajadoresOslo/león. Hunosa ha entregado al Grupo Victorino Alonso los documentos de pago correspondientes a la compra de carbón por un importe de 7,39 millones de euros y emitirá la orden de pago al Grupo Viloria por importe de 0,74 millones de euros. Estas cantidades servirán para hacer frente a las nóminas de los mineros. Zapatero tiene prisa por cerrar uno de los frentes que más pueden erosionar su imagen. Con la huelga general en el horizonte cercano, el presidente del Gobierno apremió ayer a las empresa mineras para que paguen a los trabajadores las nóminas atrasadas y se ponga fin así a unas movilizaciones que, lejos de amainar, dieron ayer otra vuelta de tuerca con el inicio por parte de cuatro mineros de una huelga de hambre. Pocas horas después de que el Ministerio concediese a las empresas mineras nuevas subvenciones, el mensaje del presidente del Gobierno fue claro: "el impago de nóminas no está justificado" y expresó su "confianza" en que el desembolso de los salarios se hará en los próximos días. Durante su participación en la Cumbre de Oslo, Zapatero intentó además tranquilizar a los empresarios mineros al mostrar su confianza en que la Comisión Europea dará su visto bueno a la normativa española que privilegia la utilización del carbón nacional frente al extranjero y que permitirá continuar con las ayudas que recibe el sector. La CE, que aplazó en julio su visto bueno al decreto, tiene previsto analizarlo este mismo mes. El presidente se mostró rotundo al afirmar que "vamos a seguir ayudando al carbón", aunque vinculó su futuro a "la imperiosa necesidad" de reducir sus emisiones contaminantes, como la experiencia de captura de CO2 que el Gobierno ensaya en Ponferrada. Pese al optimismo de Zapatero, la tensión en las cuencas mineras no se relaja. A los encierros, manifestaciones y cortes de carretera, que ayer se repitieron, un grupo de cuatro mineros ha iniciado una huelga de hambre tras acampar frente a las sede del Grupo Alonso. Estos trabajadores, pertenecientes a Coto Minero Cantábrico y a Hijos de Baldomero García, expresaron su voluntad de alargar esta medida "el tiempo que haga falta".