Una saliva acídula inunda las fauces de Sanofi Aventis que, aterida por el estupor, observa impotente cómo Genzyme se revuelve más de la cuenta logrando repeler con éxito cualquier tipo de acercamiento. No es lo que esperaba. Cuando el pasado mes de julio se anunciaba su interés en absorber a la biotecnológica, una de las más grandes del mundo junto a Genentech (comprada por Roche hace casi dos años), Amgen o Gilead, no creyó posible que su oferta pudiera ser tan risible para el consejo opuesto. Y más aún cuando su presidente y consejero delegado, Henri Termeer, podría llegar a embolsarse más de 17.500 millones en bonus si la operación sale adelante, informa BNet Pharma. Por el momento, la única oferta que ondea en el castillo de Sanofi alcanza los 18.500 millones de dólares (14.440 millones de euros o 53,8 euros por acción). Genzyme, sólo para sentarse a negociar, vería con buenos ojos que el laboratorio francés se tirase el pisto por encima de los 15.500 millones de euros, poco más de 58,5 euros por título. Termeer ya lo ha dicho, está dispuesto a vender la compañía aunque no a ese precio. La farmacéutica que dirige Christopher Viehbacher tiene la última palabra , ¿qué tendría que ganar a cambio? Genzyme está ampliamente enfocada al desarrollo de fármacos huérfanos, es decir, aquellos destinados a tratar enfermedades raras. Estas dolencias apenas tienen incidencia sobre la población y son muy pocos los laboratorios que destinan sus recursos a combatir este tipo de lacras. A cambio, los que deciden hacerlo reciben ventajas fiscales que ayudan a amortizar la inversión en I+D. "Queremos que Genzyme se convierta en nuestro centro de excelencia global de enfermedades raras", aclaraba Viehbacher en la misiva remitida a Termeer hace unos días. Sin embargo, la ventajas que la operación para Sanofi no se quedarían meramente en el impulso de su imagen por acercarse a los más desamparados, con todo lo que eso supone de cara a la opinión pública y a las autoridades, sino que las sinergias van mucho más allá. La base tecnológica sobre la que se desenvuelve una compañía biotech como Genzyme permitirá a la farmacéutica con base en París dar un importante salto cualitativo en sus programas de I+D, además de incorporar un equipo de profesionales ampliamente especializado en los procedimientos biotecnológicos, el campo en el que se moverá en el futuro el desarrollo de nuevos fármacos. Y es que a la síntesis química tradicional se podría decir que le quedan dos telediarios. El punto de inflexión para el sector está a la vuelta de la esquina. Otro cajón en el que mirar para considerar positiva la adquisición de Genzyme lleva la etiqueta de 'compuestos en desarrollo'. La compañía, especializada en el área de enfermedades genéticas; hematología oncológica (Sanofi también tiene una división contra el cáncer); biocirugía, diagnótico y cardiometabolismo y afecciones renales, tiene un total de ocho nuevos medicamentos en fase III de desarrollo, previa a la solicitud de aprobación para su comercialización. Pero en ese cajón aún hay mucho más. Restando los fármacos más avanzados, existen otros 27 en estudio que van desde la fase preclínica hasta la fase II. La mayoría de ellos, sin embargo, se concentran en el área oncológica. Mejor para Sanofi. Precisamente, enfocar la actividad hacia enfermedades para las que apenas hay remedios terapéuticos, ha desembocado en que Genzyme tenga además hasta doce productos comercializados que son líderes en sus respectivos nichos. Con todo, el crecimiento de la empresa a medio plazo está más que garantizado. El consenso de mercado recogido por Factset avanza que los ingresos totales de Genzyme, radicada en EEUU, alcanzarán los 4.415 millones de euros para 2012, más de 1.000 millones de euros sobre la facturación cosechada en 2009. El mismo camino seguirá su beneficio neto, que probablemente se duplicará hasta esa fecha (ver gráfico). La compra de la biotecnológica también supondrá la consolidación de la francesa en EEUU, uno de los mercados más ambicionado por todas las farmacéutica foráneas dadas sus perspectivas de crecimiento para los próximos años. Una vez arriadas las velas al otro lado del Atlántico, Viehbacher podrá dar casi por concluido un proceso de expansión estratégica que comenzó hace dos años. Ya en 2009 la farmacéutica creó la "División de Desarrollo Estratégico de Negocio", encargada de cerrar adquisiciones y acuerdos de colaboración por todo el mundo y siempre con la mirada puesta en arañar algún punto porcentual a un mercado, el farmacéutico, de más 500.000 millones de euros anuales. En total, más de 25 operaciones en Brasil, México, etc.