madrid. Tras las vacaciones, Luis María Sáez de Jaúregui vuelve a su luminoso despacho de la aseguradora Axa con un buen número de productos bajo el brazo para sacar provecho de las escasas oportunidades del mercado. La longevidad de la población y la altas tasas de ahorro en un momento complicado para la economía obligan a innovar y eso es lo que ha hecho el director de vida, pensiones y servicios financieros de la aseguradora a través de una amplia cartera con la que pretende arañar cuota de mercado y apuntarse crecimientos de hasta el 25 por ciento en los próximos años. P ¿Cómo afecta la crisis a la venta de seguros no obligatorios? R Los productos de ahorro que dan una liquidez inmediata son los que más beneficiados se ven, mientras que los planes de pensiones, que no tienen esa liquidez, se ven más afectados. Vemos una ralentización de los productos de ahorro no líquidos, como son los planes de pensiones y en los productos que no tienen una obligatoriedad en el aseguramiento. P ¿Hay clientes que se han quitado el seguro de vida? R No, pero ahí hemos actuado ofreciendo unas primas mucho más competitivas y aliviando esa carga financiera a las familias. P ¿Qué quiere decir? R Hemos bajado las primas, de término medio, el 15 por ciento. Esto nos ha permitido seguir creciendo a tasas del 25 por ciento y manteniendo la cartera. P ¿Cómo afecta al negocio asegurador el debate sobre el futuro de la Seguridad Social y las pensiones? R Todavía existe una sensación general de que el Estado se hará cargo de la pensión. El público no es consciente de los recortes que se avecinan. Tanto la ampliación a veinte años de cotización a la Seguridad Social como pasar de 65 a 67 años la edad de jubilación, va a suponer un recorte muy importante en su pensión. P ¿De qué recorte estaríamos hablando? R Los cálculos que nosotros hemos hecho significan que, en término medio, estaríamos hablando de unos recortes del 17 por ciento en el largo plazo. Es decir, que las personas que ahora tienen cuarenta años, su pensión de jubliación a los 65 años será un 17 por ciento menor. Y hay que recordar que esas medidas irán implementándose en los próximos años. P ¿Y esto lo han transmitido a los clientes? R El ciudadano de a pie ve esa situación. Si nosotros seguimos vendiendo estos productos es bajo el asesoramiento de nuestros distribuidores, pero no porque una persona se percate de la situación y se acerque a nosotros. P ¿Cuándo va a firmar Axa un acuerdo de bancaseguros? R Hay movimientos de mercado y se están estudiando diversas operaciones. La cuestión es que haya un precio de quilibrio en el que Axa esté cómoda con la compra y el vendedor con la venta. P ¿Sería una adquisición? R Puede ser compra, alianza, joint venture (sociedad de riesgo compartido)... incluso, hay otro trabajo que estamos explorando que sería la distribución específica de ciertos productos. Si nosotros somos una fábrica y tenemos ese expertize, por qué no aprovechar la capacidad de distribución de quien la tiene. Por tanto, un acuerdo de bancaseguros, en un producto concreto, es una cuestión que estamos estudiando en profundidad. Podría ser incluso a través de una marca blanca en la que nosotros actuaríamos como un reasegurador. P ¿Hay algo concreto en este sentido con alguna entidad? R Las conversaciones se están produciendo a un alto nivel. P ¿Se están complicando los acuerdos de bancaseguros? R El mercado va a estar más revuelto cada vez por cuestiones de Solvencia II. Habrá bancos que no querrán seguir con aseguradoras por las mayores exigencias de capital y luego está Basilea III, que penalizará a la banca por el negocio asegurador... Parece que todo apunta a una especialización en la que el banco hará banca y hará distribución. Esas serán son dos fusiones. Y, por consiguiente, creemos que en los próximos años habrá oportunidades. P ¿Qué condiciones tienen que darse para que Axa se asocie? R La alianza debe ser estratégica y debe ser a medio y largo plazo. Tienen que haber un relación en precio adecuado, y tal como está el mercado vemos que las operaciones están siendo y han sido caras. Por tanto, el retorno de la inversión es más difícil. Para ese acuerdo, vemos más estables los bancos y después de los test de estrés también se han aclarado un poco las cosas.