El grupo francés podría transformar en hostil su opa sobre el laboratoriomadrid. Como una historia de amor no correspondida, salpicada por el despecho y empapada de impotencia, Sanofi-Aventis y Genzyme continúan dando de qué hablar después de un verano plagado de desencuentros. La francesa reiteró ayer su oferta de compra no vinculante sobre Genzyme por cerca de 14.500 millones de euros en efectivo (18.500 millones de dólares) y, una vez más, la compañía se ha encontrado con la oposición frontal de todo el consejo de administración del laboratorio americano. Sin cejar en su empeño, la voluntad del grupo francés por incluir a la estadounidense en su larga lista de conquistas (desde que Christopher Viehbacher tomara las riendas de la compañía en 2008 se han llevado a cabo más de una quincena de adquisiciones) causa estragos en el seno su objeto de deseo, que poco a poco vira su discurso hacia un tono más hostil. "Sin excepción, cada uno de los consejeros de Genzyme está en la creencia de que éste no es el mejor momento de vender la compañía. Su oferta de adquisición sigue sin reconocer el potencial de nuestra cartera de nuevos productos, además de los desafíos a los que ha tenido que enfrentarse la empresa para poder adaptar su modelo de producción", apunta el presidente ejecutivo de Genzyme, Henri A. Termeer, en un email de contestación al consejero delegado de Sanofi. Apelando a los mismos argumentos por los que ya rechazó esta misma oferta hace un mes, Termeer agregó que la cantidad puesta sobre la mesa por la farmacéutica es "surrealista". Tachada además de oportunista, la proposición del grupo francés se encuentra todavía muy lejos de las pretensiones de la compañía estadounidense, que, según apuntan varios medios al otro lado del Atlántico, rondaría los 75 dólares por acción (58 euros). Sin embargo, Sanofi, tras estudiar en profundidad la valoración del laboratorio, no estaría dispuesta a pasar de los 69 dólares (54 euros), un precio un 38 por ciento superior a la cotización de Genzyme el pasado 1 de julio (39 euros), días antes de que se desvelara el interés del grupo por el laboratorio y comenzaran las especulaciones. Desde entonces, el título de la farmacéutica no ha hecho más que subir y distorsionar su valor real. Entre tanto, Sanofi no descarta poner en marcha la máquina negociadora para alcanzar un acuerdo pese a la negativa de Termeer y su equipo a propiciar un encuentro para discutir la posible operación. Tambores de guerra De hecho, la misma oferta que ayer hizo pública Sanofi fue presentada a principios de agosto al consejo de administración de Genzyme, que la desechó sin contemplaciones y negando a Sanofi la petición de realizar un encuentro para poder acercar posiciones. Sobre esta base, los especialistas no descartan que el clima entre las partes pueda radicalizarse de aquí en adelan- te, abriendo la puerta a una opa hostil sobre el laboratorio. Así al menos también lo ha entendido el mercado, ya que las acciones de Genzyme subían ayer casi un 4 por ciento a media sesión. Más peso en EEUU La compra del laboratorio se ha convertido en un objetivo prioritario para Sanofi, que ve en ella una de las piezas claves para su estrategia en los próximos años. Especializada en tratamientos contra enfermedades catalogadas como raras (de poca incidencia entre la población), problemas renales, prótesis ortopédicas, cáncer, trasplantes, enfermedades relacionadas con el sistema inmunológico y terapias celulares, la farmacéutica allanaría el camino del grupo francés en el mercado de EEUU, que cuenta con una de las sociedades más medicalizadas del mundo. Según Sanofi, "la combinación de ambas compañías resultaría en uno de los grupos líderes en el desarrollo de nuevos y novedosos tratamientos y aportaría importantes oportunidades de crecimiento para ambas compañías. [...] La intención de Sanofi-Aventis pasa por hacer de Genzyme su centro global de excelencia en enfermedades raras". Enfrascada en una importante estrategia de internacionalización, Sanofi ha realizado desde principios de 2008 casi una veintena de operaciones de compra sobre compañías estratégicas y de pequeño tamaño en lugares como Brasil, México e India.