La operadora cambia de rumbo y apuesta por vender sus participaciones minoritas LONDRES. Vodafone quiere desprenderse del 3 por ciento del capital que posee en China Mobile, el mayor operador mundial de telefonía móvil, por algo más de 7.200 millones de dólares (5.639 millones de euros), según informaba ayer el periódico británico The Sunday Times. El rotativo indica que el acuerdo previsiblemente se aprobará antes de que Vodafone publique en noviembre la actualización de su estrategia empresarial y cuenta ya con el visto bueno del consejero delegado de la empresa británica, Vittorio Colao. Las fuentes citadas por este diario afirman que Vodafone debe decidir ahora si busca un inversor estratégico para vender su paquete accionarial o bien si lo saca a la venta en la Bolsa de Valores de Hong Kong, que es donde cotiza China Mobile. La inversión de la empresa británica en China Mobile, que tiene más de 554 millones de clientes (Vodafone cuenta con 347 millones), se remonta a 2000 y la decisión de deshacerse de este negocio responde a que busca mantener un perfil internacional más bajo. El movimiento, dijeron las fuentes, pretende tranquilizar a los inversores, que consideran que el grupo Vodafone necesita desprenderse de activos sobre los que no tiene el control total. Si Vodafone se decanta por la venta, ésta supondría algo más que una amenaza para la compañía china. "A corto plazo, la venta podría afectar al precio de sus acciones y los inversores se preocuparían por el crecimiento de China Mobile", en opinión de Vincent Deng, analista de Phillip Securities, informa Reuters. A pesar de que China es el mayor mercado de móviles del mundo, con cerca de 800 millones de suscriptores, el crecimiento de China Mobile se ha estancado con la aparición de nueva competencia, la elevada penetración de la telefonía móvil y la reducción de los ingresos derivados de las llamadas de voz. "Me enteré de los planes de Vodafone para vender su participación minoritaria leyendo los periódicos", reconoció Wang Jianzhou, presidente ejecutivo de China Mobile. "El periodo de veda de Vodafone ha expirado, y es libre de vender sus acciones si quiere", añadió. A la posible venta de la participación de Vodafone en China Mobile se une el cambio de Wang Jianzhou, quien próximamente será sustituido por el vicepresidente Li Yue con el objetivo de reimpulsar el crecimiento de la compañía a largo plazo. Los banqueros y analistas consultados por The Sunday Times indicaron que también es probable que Vodafone venda el 25 por ciento que tiene en Polkomtel, la principal compañía polaca de telefonía móvil. Los títulos de China Mobile en manos de Vodafone representan el 3,2 por ciento del valor accionarial del gigante chino. Vodafone también es propietaria del 45 por ciento de las acciones de la estadounidense Verizon Wireless y del 44 por ciento de la francesa SFR, en unos porcentajes que no le otorgan el control total de los negocios. Si se confirma la salida de Vodafone, Telefónica sería la principal operadora occidental en el país asiático, a través del 8,09 por ciento que controla en China Unicom, el segundo gigante del país. Más allá del crecimiento potencial que encierra el mercado chino, lo más destacado son las economías de escala creadas. El presidente de China Unicom, Lu Timin, reconocía en febrero pasado en una entrevista concedida a este periódico que "estamos colaborando sólidamente en la adquisición conjunta de equipos y en el desarrollo de la plataforma operativa de móviles, además de ser la primera opción en el roaming internacional, entre otras".