Bill Doyle, de 60 años de edad, ingresó siete millones de euros en el año 2009londres. La opa hostil que BHP Billiton ha promovido sobre Potash Corp supondría importantes beneficios económicos para el consejero delegado del mayor productor de fertilizante del mundo, a pesar de que éste sigue rechazando la operación. Una cláusula sobre "cambio de propiedad" que figura en los contratos de los ejecutivos de la empresa canadiense garantiza la conversión en dinero de las opciones que los directivos tienen sobre las acciones. En consecuencia, Bill Doyle, al frente de la compañía desde 1999, podría ver una suculenta factura de despedida de más de 400 millones de dólares (unos 315 millones de euros). Así, en caso de saldarse con éxito una operación valorada por el gigante minero en unos 32.000 millones de euros, Doyle traduciría en liquidez los títulos a los que tiene acceso. Un montante que, sin incluir la indemnización por cese o la venta de aquéllos que ya posee, rondaría los 300 millones de dólares, poco más de 235 millones de euros. La mayoría de los derechos sobre sus acciones, valoradas en 3 millones de dólares, pueden ser ejecutados por debajo de los 35 dólares por título. No obstante, teniendo en cuenta que la oferta de BHP Billiton es de 130 por cada acción, con opciones de elevarse hasta los 150 dólares, el directivo americano se garantizaría un retiro todavía más dorado. De hecho, según han comunicado varios analistas, el precio de la acción debería situarse entre los 130 y los 160 dólares para que la oferta resulte atractiva para los accionistas. Con 60 años de edad, Doyle tiene por derecho además hasta un trienio de sueldo, más los bonus correspondientes a 2010 y a la media de los de los últimos tres años, lo que unido a sus acciones arrojaría una factura final que supera los 400 millones de dólares, casi 315 millones de euros. No obstante, Doyle ha hecho ya una fortuna con la compañía, al igual que sus colegas de la junta de dirección y, sólo el año pasado, reunió más de siete millones de euros. Pese a tener garantizada una jubilación que muchos ya quisieran, su posición continúa siendo contraria a la toma de posesión de la empresa británica, que convirtió en hostil su oferta tras ver cómo las conversaciones con la junta directiva se enquistaban hasta romper el diálogo. Abiertos al diálogo BHP estaría dispuesta, aún así, a aumentar el montante por título, dados los atrayentes resultados que le repercutiría la operación ante un año en el que se prevé que la demanda global de fertilizante aumente notablemente. La necesidad de carne en los mercados emergentes repercute directamente en la multiplicación de cultivos para alimentar a los animales, un punto de partida por el cual la dirección de Potash consideró que la oferta de la minera infravaloraba el valor de la compañía. Además, dadas las dificultades que entraña descubrir y crear minas de potasa, el coste de la operación podría ser aún mayor. Y es que sólo se ha descubierto potasa en doce países del mundo y se tarda al menos siete años en construir un centro de extracción. La oferta lanzada por BHP sólo podría ser igualada por un puñado de empresas en el mundo, entre las que se encuentran Rio Tinto, Vale, Aluminiun Corp of China o Xstrata. En este sentido, según analistas consultados por el Financial Times, Potash podría tratar de bloquear la operación de BHP con ayuda de la brasileña Vale y la china Sinofert. Ambas podrían contrarrestar la opa hostil a la que se enfrenta la compañía por medio de una joint venture que podría ser a dos o tres bandas con Potash.