La compañía tiene previsto facturar un millón de euros a lo largo de este añovalladolid. Nada puede arder si falta oxígeno. Ni siquiera el petróleo. En las plataformas del Golfo Pérsico lo saben. Por eso, cuando tienen que separar el crudo de la arena del desierto, necesitan una atmósfera segura donde sea imposible cualquier tipo de combustión; una atmósfera llena de nitrógeno. Para eso han contratado a una de las pocas empresas fabricantes de generadores de este gas que existen; la vallisoletana Ibergass. Con algo más de un semestre de vida, esta compañía del Parque Tecnológico de Boecillo facturó en los últimos meses del año pasado 100.000 euros. Su dueño, Julio Maestro, lleva en el negocio de los generadores de nitrógeno desde 2005. Un sector prácticamente desconocido en nuestro país pero realmente útil. El aire de las bolsas de snacks, por ejemplo, debe ser nitrógeno puro para evitar que su contenido se oxide. En un principio, este tipo de industrias compraban botellas de gas, pero Maestro logró convencerlas de que salía más rentable tener sus propios generadores; apenas tienen gasto de mantenimiento ni consumo energético. Poco a poco, vio que "cada vez había más demanda y más trabajo" y por eso quiso dar una "apariencia más seria y rentable" y pasó del régimen de autónomos a constituirse en una Sociedad Limitada. Ahora Ibergass cuenta con 4 trabajadores y prevé facturar 1 millón de euros para final de año. Esta cifra se explica si tenemos en cuenta que los tres generadores que van a enviar al Golfo Pérsico tienen una capacidad de 300 litros y valen 90.000 euros cada uno. Conocieron al cliente en una feria en Dubai. "Esto de las plataformas petrolíferas es algo que nunca nos habíamos planteado". En un "tiempo récord" de mes y medio han terminado de fabricar las tres plantas más grandes que han construido nunca, llegando a contratar a trabajadores eventuales.