madrid. ¿Utiliza usted a menudo las cabinas telefónicas? Puede que no, ya que lo más probable es que use su móvil (en España hay de media más de uno por persona). Las cifras no engañan: la filial de Telefónica que gestiona los teléfonos públicos, TTP, registró en el ejercicio 2006 un total de 17 millones de euros en pérdidas. Pero la teleco no puede tirar la toalla, ya que es el titular universal del servicio y está obligado seguir ofreciéndolo. Y ya que es así, quiere rentabilizar este negocio al máximo. Por eso, a partir de ahora serán más completas.Si usted se ha quedado sin saldo o se le ha agotado la batería y está en plena calle, sí utilizará las cabinas para llamar. Y es probable que recurriese a ellas más a menudo si no sólo le permitiesen hacer llamadas y enviar mensajes de texto (sms), sino también mandar correos electrónicos, faxes, recargar el móvil y comprar tarjetas para conectarse a Internet sin cables (wi-fi). Eso es lo que Telefónica ha pensado. La teleco presidida por César Alierta quiere ofrecer un valor añadido en sus teléfonos públicos exteriores, los que están repartidos por las calles, aeropuertos, centros comerciales, estaciones de tren... de toda la geografía española. "Muy pronto habrá novedades", aseguran fuentes de la compañía: además de los servicios citados unas líneas más arriba, la operadora pretende que más adelante las cabinas permitan también descargar contenidos para móviles: música, juegos, logotipos, tonos e imágenes. Telefónica tiene una red de 50.000 teléfonos y cambiará, en los próximos dos años, 10.000 de ellos para adaptarlos a las nuevas tecnologías. En Madrid ya se han instalado 2.000 cabinas en una prueba piloto y de aquí a final de año se sustituirán otras 4.000. Sólo en seis ciudades La compañía invertirá seis millones de euros en reemplazar las cabinas antiguas por las modernas en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga y Palma de Mallorca. ¿Qué tienen en común todas estas ciudades? Que la mayoría de ellas son costeras y que están entre las preferidas por los turistas, nacionales y extranjeros. Además, según explican desde Telefónica, es en esos puntos donde los usuarios estaban demandando otro tipo de servicios.Fuentes de la teleco explican que, siguiendo la tendencia de los dispositivos portátiles (móviles, agendas electrónicas), la pantalla de los nuevos teléfonos públicos es más grande que la de las antiguas, y no es eso lo único que aumenta de tamaño: las teclas también son mayores y en ellas casi caben dos dedos de una mano. Las propias cabinas tienen un cierto parecido con un teléfono móvil gigante. Esa gran pantalla servirá como un nuevo soporte publicitario para los anuncios de instituciones y empresas, según explican fuentes de Telefónica. La estética también importa a la teleco en este proyecto. Y es que los colores corporativos de Telefónica no pueden encajar a la perfección en todos los contextos. Por eso, en "entornos históricos" se estarán instalando versiones más discretas, de color gris. Así ocurre en las que ya pueden verse en la Gran Vía (ver imagen superior) y en la Plaza del Carmen madrileñas, por ejemplo. Las nuevas cabinas también ayudan a ser más solidario: uno de los servicios que ofrecen es la captación de donativos para organizaciones no gubernamentales. La compañía tiene un acuerdo con Nuevo Futuro, para la que ya se han recaudado 12.000 euros. El método de recaudación para esta ONG (que está presente en nueve países y construye hogares para niños) el siguiente: cuando, tras hacer una llamada, sobra dinero, la cabina propone al usuario donar ese cambio a la organización. El pasado enero, la teleco fue multada precisamente por Industria precisamente porque sus cabinas no devolvían el sobrante exacto.Duras como una rocaNo todas las novedades tienen que ver con el software (fabricado por Telefónica I+D) de las máquinas. Las nuevas cabinas, fabricadas por Siemens, son robustas y seguras, "resistentes a cualquier inclemencia", según aseguran fuentes de la teleco.