La cementera renovará el horno de su fábrica de Sant Vicenç dels Horts para reducir gases contaminantesbarcelona. Ya ha llegado la hora de que la industria asuma la reducción de emisiones contaminantes para frenar el calentamiento de la Tierra. Al menos, Cementos Molins -controlada en un 90 por ciento por la familia Molins- ha tomado conciencia de ello por adoptar un compromiso sostenible y, también, por el endurecimiento de las normas medioambientales impuestas por la Generalitat de Cataluña. "Queremos romper una punta de lanza en el sector en favor del medioambiente porque es posible reducir emisiones". Éste fue una de las razones esgrimidas ayer por Juan Molins, vicepresidente primero y consejero delegado de la cementera catalana, al describir la renovación que va a llevar a cabo en su fábrica de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). La Junta de Accionistas de Cementos Molins respaldó ayer una inversión de 122 millones de euros para la renovación total de la fábrica de cemento de Sant Vicenç, que estará operativa a finales de 2009. Con el nuevo horno, la compañía estima reducir en un 20 por ciento las emisiones de dióxido de carbono (CO2) producidas por combustión. Esto significa que se reducirán los procesos para conseguir la mezcla del cemento, hormigón y prefabricados de mortero. En la fábrica de Sant Vicenç no está previsto aumentar la producción, "puesto que la capacidad de nuestras plantas en España ya están al máximo". Al margen de esta inversión, Molins prevé construir este año una nueva planta de fabricación de morteros a las afueras de Valencia (invertirá 1,5 millones en los terrenos y cinco millones en la compra del suelo) y espera poner en marcha una segunda línea de fabricación de cemento en su cantera de Bangladesh. La cementera invertirá en total 100 millones de euros. El año pasado, la compañía invirtió 67 millones para poner en marcha la segunda línea en la planta de Cerritos (México), la inauguración de la fábrica en Bangladesh y la nueva planta española de morteros en Quer (Guadalajara).Bangladesh, paradaRespecto de la planta en Bangladesh, que está parada desde finales del pasado mes de mayo por problemas administrativos, Molins aseguró que "mantenemos nuestro interés en seguir allí, un país con una fuerte demanda interna. Esperamos las decisiones judiciales". Lafarge Surma Cement, participada en un 29,4 por ciento por Molins, está a la espera de conocer la sentencia del Tribunal Supremo de India para reabrir la cantera ubicada e terrenos forestales. Cementos Molins emplea a 3.995 personas en su centros de España, Argentina, Uruguay, México y Bangladesh. En Argentina y Uruguay está asociada con Portland Valderribas (Grupo FCC). La compañía facturó 734 millones en 2006, un 23,4 por ciento más y el beneficio antes de impuestos y amortizaciones (ebitda) alcanzó los 225 millones, un 24,2 por ciento más que en 2005. Los fondos propios llegan a 454 millones y el endeudamiento neto se redujo hasta 106 millones.