La cartera de préstamos de Commerzbank y RBS baja aún a ritmos de dos dígitosmadrid. Las autoridades económicas, políticas y monetarias han instado en las últimas semanas a los bancos a que contribuyan a la salida permanente de la crisis y eleven la concesión de créditos para reactivar el consumo y la actividad empresarial. El mensaje va lanzado principalmente a los bancos que recibieron las millonarias ayudas públicas para sanear sus balances y evitar, así, su quiebra. Porque precisamente, son éstos, salvo alguna excepción, los que continúan con el grifo de la financiación cerrado. Mientras se observa en Europa una mejora de la demanda de préstamos, según la encuesta que elabora el BCE, las grandes entidades que tuvieron que ser asistidas registran aún descensos en su partida de inversiones crediticias. Todo lo contrario ocurre en las aquellas que han sobrevivido sin necesidad de acudir a las arcas de sus estados respectivos, que han incrementado en el segundo semestre la financiación a empresas y familias. El caso más llamativo, según se desprende de sus balances a cierre de junio de 2010, es el alemán Commerzbank. El saldo de sus créditos ha descendido en tan sólo un año un 14,1 por ciento. En una cifra similar se encuentra al británico Royal Bank, con una caída del 13 por ciento. El Gobierno británico tuvo que tomar el control del 77 por ciento de capital. Ahora, la entidad está en proceso de desinversiones y devolución de las ayudas. En el lado opuesto, se sitúa un británico. Barclays hace gala de su fortaleza para incrementar su cuota de mercado y ha potenciado más de un 11 por ciento los créditos a sus clientes. Otro banco germano se cuela en los extremos. Deutsche aumenta un 9 por ciento esta partida. Pero ni todos los que han sido rescatados mantienen sus inversiones crediticias congeladas, ni todos los que no lo fueron conceden préstamos. El holandés ING, al que le inyectaron 10.000 millones, está saliendo del agujero y este proceso ha vuelto ha engrasar su política de financiación a la economía, con un aumento del saldo superior al 4 por ciento. HSBC, por su parte, ha permanecido al margen del erario público y se anota una bajada del 3,3 por ciento. ¿Y que ocurre con los españoles? Tanto el Santander y BBVA, que no ha precisado ayudas públicas, han aumentado los créditos un 5 y un 4 por ciento, respectivamente. Las cifras se ven afectadas por el comportamiento de la actividad económica en España, donde cuentan con una cartera relevante de clientes y donde los préstamos se han congelado. Alemania y Gran Bretaña, a diferencia que nuestro país, están saliendo de la recesión. La semana pasada el consejero del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González-Páramo, instaba a las entidades españolas a recapitalizarse para que estén preparadas para el ciclo expansivo de la economía y puedan afrontar los préstamos solventes que les sean solicitados. Desde que comenzó la crisis, éstas se han defendido de los ataques y han asegurado que conceden entre el 70 y el 80 por ciento de la financiación demandada. Las dos grandes cajas, que operan casi exclusivamente en el mercado español, arrojan datos de estancamiento de los préstamos. La Caixa los eleva un 2,6 por ciento, mientras que el saldo de Caja Madrid baja un 0,4 por ciento.