Gana 1.678 millones hasta junio, frente a unas pérdidas de 14.412 de millones en 2009madrid. General Motors sale del taller de reparaciones con beneficios y ya se prepara para aparcar en los mercados con una histórica salida a bolsa. El gigante del automóvil registró un beneficio de 2.199 millones de dólares (1.678 millones de euros) al término del primer semestre del año, frente a los 18.880 millones de dólares (14.412 millones de euros) contabilizados en el mismo periodo de 2009. El dato es muy relevante porque retrotrae a la multinacional a niveles similares a 2004 y representa su mejor resultado en los últimos seis años. La cifra de negocio de la corporación de Detroit (Michigan) alcanzó 64.650 millones de dólares (49.351 millones de euros), lo que supone un incremento interanual del 42 por ciento. Los resultados de la empresa se vieron afectados positivamente por unos ingresos extraordinarios de 93,9 millones de euros procedentes de la venta de su filial sueca Saab a la firma Spyker Cars. Las ventas mundiales de la corporación que preside Ed Whitacre se situaron en 4,15 millones de unidades entre enero y junio de 2010, lo que supone un aumento del 16,7 por ciento, mientras que en el segundo trimestre el crecimiento comercial fue del 11 por ciento, con 2,15 millones de unidades. Además, el fabricante de vehículos estadounidense ha conseguido una línea de crédito por 5.000 millones de dólares (3.900 millones de euros) y planea presentar una Oferta Pública de Venta (opv) en el último trimestre de este año, según fuentes cercanas a la operación recogidas por Bloomberg. El gigante de la automoción tratará de colocar unos 7.700 m illones de en acciones según Reuters, una cifra inicial que posteriormente seguirá ampliando. La agencia Bloomberg estima que la opv podría ser de 9.243 y 12.324 millones de euros, convirtiéndose en la segunda mayor de la historia de EEUU tras la de Visa de 2008, cuando obtuvo 15.175 millones de euros. La salida a bolsa permitiría a Washington recuperar todo o parte de los 50.000 millones que destinó al fabricante en el 2009 para evitar que quebrase. A cambio de esa inyección, el Tesoro pasó a controlar el 61 por ciento de la firma automovilística. El resto está repartido entre el sindicato United Auto Workers (UAW), las autoridades canadienses y los antiguos acreedores.El presidente ejecutivo de GM, Ed Whitacre, anunció ayer que cederá la función de director general a Dan Akerson, administrador del grupo, a partir del 1 de setiembre, pero continuará como presidente.