londres. British Airways ha logrado desatascar una de las vías bloqueadas en el prolongado conflicto con los sindicatos. Tras semanas sin contactos, el diálogo se ha restablecido, pero, de momento, tan sólo ha servido para consensuar fecha en el calendario. En una breve reunión mantenida la pasada semana, la cita se fijó para estos días. Por contra, el acuerdo para un conflicto que colea desde noviembre precisará de más horas y renuncias a las que, hasta ahora, ninguno de los contendientes se ha mostrado dispuesto. El objetivo primordial de la dirección es evitar nuevas huelgas. Desde marzo suman 22 los días en los que el personal de cabina se rebeló contra la reforma de las condiciones laborales. El consejero delegado, Willie Walsh, es proclive a mover cifras en la propuesta salarial y supuestamente "definitiva", que fue rechazada por los sindicatos en julio. En consecuencia, a pesar de asegurar "desear" una solución, continúa con la preparación de planes de contingencia en caso de que la amenaza de nuevos paros se convierta en realidad.