La compra del grupo de satélites le permitiría impulsar su negocio en Latinoaméricamadrid. El operador de telecomunicaciones por satélite francés Eutelsat tiene 23 satélites. El español Hispasat, cinco. Entrar en Eutelsat fue algo aparentemente muy sencillo para Abertis, dicen en su entorno, porque había tres fondos de capital riesgo que querían irse y que dejaban el 32 por ciento el capital comprado y porque en la francesa no hay derechos de veto ni de tanteo que dificulten la entrada. El intento de entrar en Hispasat le está suponiendo de momento a Abertis ofrecer prácticamente un cheque en blanco al Gobierno para neutralizar precisamente los derechos de tanteo y de veto de la gala Eutelsat, que es el principal accionista de Hispasat. ¿Qué sentido tiene tanto esfuerzo? Según fuentes del sector consultadas por elEconomista, la clave es América Latina y los planes de crecimiento de Abertis al otro lado del charco. ¿El cuento de la lechera o sólo una interesante posibilidad en caso de que permitan a Abertis comprar el 46,69 por ciento de Hispasat a los accionistas privados españoles (Telefónica, EADS-Casa, BBVA y los socios de la antigua Auna)? Con el Ministerio de Defensa y la Oficina Económica de Moncloa recordando que la última decisión pública fue sacar a bolsa los satélites españoles y un montón de ofertas por parte de Abertis en la mesa del Gobierno (que prueban que, como poco, está dispuesto a escuchar), la firma catalana empieza a ver las posibilidades que para su cartera comercial de infraestructuras puede aportar la fuerza de Hispasat en América Latina.La compañía de satélites puede ser la llave que abra definitivamente la puerta hispanoamericana al proyecto industrial de Abertis, ya que le permite contar con una nueva y poderosa arma para negociar con los Gobiernos de la región. Un mercado donde la compañía dirigida por Salvador Alemany ha ido haciéndose un hueco poco a poco. Pero no ha sido fácil.Presencia internacionalComo el resto de concesionarias, Abertis ha sido víctima de los problemas de la región y de los consecuentes retrasos de sus planes de infraestructuras. Un claro ejemplo es Chile, donde participa en la concesión Los Vilos-La Sera, de 229 kilómetros. Desde hace años, las empresas españolas miran con ojos de deseo el pospuesto plan de infraestructuras del país. Un programa que, ahora, parece ganar brío.De hecho, hace apenas tres semanas, un nutrido grupo de empresas españolas, convocadas porla CEOE, se reunieron con el ministro de Obras Públicas chileno para conocer el nuevo programa de infraestructuras, valorado en 3.500 millones de euros y donde las empresas españolas quieren asumir el mayor protagonismo.Ante la feroz competencia, Abertis confía en ganar terreno a sus rivales ofreciendo a los Gobiernos un amplio abanico de negocios: concesiones, aeropuertos, aparcamientos, logística y, quizás también, satélites. De hecho, las mismas fuentes aseguran que las autoridades argentinas, donde la concesionaria catalana controla la firma Ausol, aplaudieron la diversificación de Abertis hacia los satélites cuando supieron que había adquirido el 32 por ciento de Eutelsat.Además de Chile y Argentina, el grupo controlado por ACS y La Caiza está interesado por crecer en Brasil y México, donde ya ha reconocido que acudirá al programa de privatizaciones de autopistas. Se da la coincidencia de que Brasil es el principal mercado del satélite latinoamericano de Hispasat, el Amazonas, y que en la información pública del operador de satélites español aparecen "como mercados muy importantes Estados Unidos y México". La cuadratura del círculo estratégico de Abertis en Latinoamérica llegaría a partir del próximo año, cuando vuelva a abrirse el proceso de venta de las concesiones de aeropuertos y autopistas que tiene en la región su principal accionista, la constructora ACS.La cobertura del Amazonas abarca desde Canadá a Panamá incluyendo el Caribe; y desde Venezuela y Colombia hasta el sur de Argentina y Chile en América del Sur. Hispasat ha anunciado que planea lanzar un segundo satélite americano, el Amazonas 2, cuya puesta en órbita está prevista para el año 2009. Este hermano americano necesitará una inversión de unos 200 millones de euros.Precisamente esa necesidad de capital para el nuevo satélite está sirviendo de argumento tanto a quienes defienden como mejor opción para Hispasat que sea Abertis quien compre su 46,69 por ciento a BBVA, Telefónica, Auna y EADS-Casa, como a quienes creen que la fórmula menos arriesgada para dejar salir a los accionistas privados españoles sin que acabe en manos de la francesa Eutelsat es sacarla a bolsa.Hispasat ha dicho que la financiación del Amazonas 2 se hará con endeudamiento, sin recurrir al accionista. Abertis cree que es el perfecto socio industrial, capaz de afrontar las nuevas necesidades financieras.