El grupo andaluz cerrará esta semana la operación madrid. Uno de los gigantes de la elaboración de vino blanco y manzanilla, Bodegas Barbadillo, está a punto de hacerse un honroso hueco en los tintos de calidad. Esta semana cerrará la compra de Bodega Pirineos, compañía oscense con Denominación de Origen Somontano fundada en 1993. El grupo gaditano, que factura en torno a 30 millones al año, lleva desde el pasado mes de octubre negociando esta adquisición con los accionistas de la aragonesa. Finalmente sólo permanecerá uno de ellos, Cooperativa Somontano, con un 25 por ciento. El 75 por ciento restante quedará en manos de la andaluza. Según ha podido saber este periódico por fuentes cercanas a la operación, Bodega Pirineos, con una facturación anual de nueve millones de euros, se puso en venta hace ahora dos años por petición de algunos de sus accionistas. Entidades financieras como Ibercaja y Multicaja veían la hora de hacer salir y hacer caja, y el Instituto Aragonés de Fomento (su mayor accionista con más de un 35 por ciento del capital) consideró que, una vez asentada la bodega, su participación ya no era necesaria. El resto de los accionistas, Bodegas Enate (de la familia Nozaleda) y Viñas del Vero, pidieron su salida porque, tras más de una década desde su constitución, Bodega Pirineos ya se había convertido en uno de sus competidores más directos.Aunque son varios los grupos vinícolas que se han acercado a la bodega aragonesa, Barbadillo ha sido la elegida por su "alta capacidad de gestión, buena reputación en el mundo del vino y gran capacidad comercializadora", explican fuentes cercanas al proceso. En principio, la marca de la aragonesa no se sustituirá por la enseña de la gaditana.