madrid. El gigante energético italiano, Enel, inauguró ayer en las proximidades de Venecia, Fusina, su primera planta energética del mundo de ciclo combinado alimentada por hidrógeno. La nueva planta cuenta con un potencial de 16 megavatios. Según informó el propio grupo, accionista mayoritario de la empresa española Endesa, el objetivo de operar con un ciclo combinado de hidrógeno es producir, al mismo tiempo, energía eléctrica y calor, de forma que se logra desarrollar una potencia de unos 12 megavatios. La central, en la que se han invertido 50 millones de euros, aprovecha el calor de los gases de escape para producir vapor a alta temperatura que, al ser enviado a una central de carbón, genera más energía para así lograr una capacidad añadida de 4 megavatios, llegando a los 16 de capacidad total. De esta forma, Enel es capaz de ofrecer un rendimiento eléctrico de, aproximadamente, un 42 por ciento y de producir la energía necesaria para satisfacer las necesidades de 20.000 familias evitando, además, que se liberen a la atmósfera cerca de 17.000 toneladas de CO2. Esta planta es, según ha hecho público Enel, "tiene una larga tradición de investigación e innovación atenta al ambiente".