El sector recortó sus ventas el 5,45% el año pasado, con 41.765 millones de eurosmadrid. Lo nunca visto. La crisis económica, el azote regulatorio y los nuevos hábitos de comunicación de los españoles han teñido de rojo el crecimiento de un sector que, hasta ahora, se creía curado de espanto. El mercado español de las telecomunicaciones recordará 2009 como el año en el que se sufrió la primera caída en términos absolutos del negocio desde que se tiene rigurosa constancia estadística del sector, al menos, durante la última década. En concreto, los ingresos de las telecos retrocedieron el 5,4 por ciento, hasta los 41.765 millones, respecto al ejercicio anterior. Según se desprende del último informe anual de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), "la banda ancha fue el único segmento que se mantuvo en positivo durante 2009", ya que duplicó el volumen de 2009, mientras que la telefonía fija y móvil registraron descensos del 8,3 y el 4,1 por ciento, respectivamente. En telefonía fija, los ingresos minoristas superaron los 6.485 millones de euros en un mercado en el que por primera vez se contabilizan más clientes con tarifas planas contratadas (53 por ciento) que sin ellas. A grandes rasgos, los españoles hablaron menos por teléfono (tanto fijo como en móvil) en 2009 respecto al año anterior. También eludieron en lo posible las llamadas al extranjero (el 14 por ciento menos) y evitaron comunicarse desde el fijo con números móviles, y viceversa, conscientes de que esas llamadas son más caras, además de estar excluidas de las tarifas planas convencionales. Los mensajes cortos (SMS) continúan perdiendo fuelle, en parte devorado por la mensajería instantánea y el email. El conjunto del sector también cursó la baja de 242.252 líneas fijas en el segmento de negocios. También es novedoso que el gasto en llamadas ya es similar al desembolso de los españoles en cuotas de abono o de alta. El año pasado se realizaron 1,48 millones de cambios de operador de telefonía fija, donde buena parte de la pérdida neta de Telefónica (810.863 líneas) se la repartieron Vodafone (con ganancias de 271.233 líneas), Jazztel (255.803 líneas) y Orange (208.800 accesos). La tendencia convergente de los servicios de telecomunicaciones no tiene vuelta atrás: el 41 por ciento de los usuarios carecía en 2009 de servicios empaquetados, frente al 45 por ciento del año anterior. Por lo general, el gasto medio de los hogares en teléfono fijo con acceso a Internet es de 42,8 euros mensual, incluido el alquiler de la línea. Por compañías, Telefónica mantiene su histórica hegemonía, con una cuota de mercado de clientes de acceso directo del 69,2 por ciento, seguido de Ono, con el 12,2 por ciento. El tercer escalón de este ranking corresponde por primera vez a Vodafone, con el 5,4 por ciento del mercado, por delante de Jazztel (4,1 por ciento) y Orange (3,6 por ciento). Respecto a las comunicaciones móviles, la facturación del sector rozó los 14.453 millones de euros, con una penetración de 109,3 líneas por cada cien habitantes. El mayor crecimiento en este área correspondió a los operadores móviles virtuales, que dispararon sus ingresos el 123 por ciento, hasta los 215 millones de euros. El informe de la CMT recuerda que la regulación del precio mayorista de terminación de llamadas, realizado por el regulador español, y el establecimiento de precios máximos por parte de la Comisión Europea al servicio de roaming (itinerancia) internacional, que se cobran los operadores entre sí indujeron al descenso de la facturación", cuya caída en el segmento mayorista de móviles fue del 17,2 por ciento. La mejor noticia de las compañías de móviles tiene mucho que ver con el negocio de acceso a Internet en movilidad, que creció el 35 por ciento, con un volumen de ingresos (1.496 millones de euros) similar al alcanzado por los servicios de mensajería SMS y MMS. El negocio audiovisual sufrió una caída del 12 por ciento, pese a que las subvenciones públicas aumentaron de 1.278 millones a 1.450 millones. En total, el negocio de este subsector rondó los 5.991 millones de euros. La televisión de pago digirió el año pasado una reducción de los ingresos del 14 por ciento con respecto al año anterior, con un cifra de 4,23 millones de suscriptores (nueve de cada cien habitantes).