El regulador amplía el plazo de estudio de la operación por posibles incompatibilidadesMADRID. La Comisión Nacional de la Competencia necesita más tiempo. Las operaciones de absorción de Cuatro por parte de Telecinco y de venta del 44 por ciento de Digital+, emprendida por Prisa a Telefónica y Telecinco, son más complejas de lo que parece y el regulador no ha querido pillarse los dedos. Ayer, a propuesta de la Dirección de Investigación del órgano, el consejo de la Comisión aprobó el inicio de la segunda fase del procedimiento de control de concentraciones. La CNC ha considerado preciso la realización de "un análisis en profundidad de las operaciones notificadas, a la vista de los posibles obs- táculos para el mantenimiento de la competencia". Fuentes oficiales de la cadena de Mediaset, intentado quitar hierro al asunto, aseguraron que "todo va según lo previsto, estamos realmente muy contentos de que al fin haya concluido esta primera fase". Sin embargo, el regulador cuenta con un mes para realizar el estudio del caso en primera fase, un periodo que en este caso se ha dilatado más de lo normal, hasta los dos meses. Sobre todo, la CNC recela de la venta de Digital+ a Telefónica y Telecinco, las "cuales podrían perder todo incentivo para seguir compitiendo entre sí en el mercado de la televisión de pago, pudiendo coordinar sus actuaciones con ventajas competitivas". La CNC, que ahora tendrá otros dos meses para emitir una resolución, entiende que de esta situación podría verse afectado el mercado de la publicidad, ya que Telecinco sería quien gestionase la comercialización de la publicidad de Cuatro y Digital+.