El nuevo grupo nacerá con un patrimonio neto total de 4.115 millones de eurosMADRID. Después de once años ejerciendo una labor de control sobre la compañía aérea de bandera española, el núcleo duro de Iberia ha roto su pacto de accionistas para facilitar el despegue de la fusión con British Airways. Desde ayer, la aerolínea británica, Caja Madrid, El Corte Inglés y un grupo de pequeñas cajas españolas han disuelto su acuerdo del 15 de diciembre de 1999 que se puso en marcha después de la privatización de la compañía aérea y cuyo objetivo principal era evitar que cayera en manos extranjeras. Entre otras cuestiones, el núcleo duro se comprometió en su día a permanecer tres años en el capital de Iberia para reforzar su plan estratégico. Una vez pasada esa fecha, cada accionista de referencia tenía libertad para vender sus participaciones, pero el resto de miembros de este núcleo duro tenían preferencia de compra. Así pasó cuando BBVA y Logista se desprendieron de sus acciones y fueron adquiridas por Caja Madrid. Documento de fusión Una vez liberada Iberia de este compromiso, ayer se hizo público íntegramente el documento del proceso de fusión de ambas aerolíneas, que desarrolla los anteriores acuerdos de noviembre y abril. El escrito describe como Iberia y British Airways serán absorbidas por International Consolidated Airlines Group (IAG). A partir de ese momento, la sociedad anónima española IAG pasará a ser la sociedad holding de ambas aerolíneas, que continuarán paralelamente con sus respectivas marcas: British Airways e Iberia. Los accionistas de la aerolínea británica recibirán 1,0205 acciones ordinarias de IAG por cada una de las suyas. En el caso de los accionistas de Iberia, recibirán un título del nuevo holding por cada uno que posean en la compañía española. Tras este proceso, la ecuación de canje quedará 55-45 por ciento a favor de British Airways. Más adelante, y tras eliminar las participaciones cruzadas, el gigante británico acabará con un 56 por ciento. El documento de fusión reconoce que el primer ejecutivo del grupo IAG será Willie Walsh, que ejercerá como consejero delegado y, entre otras funciones, tendrá la capacidad de encabezar el equipo directivo y desarrollar su estrategia. El presidente será Antonio Vázquez y entre sus funciones también se incluirán dirigir el consejo de administración y liderar su agenda. Según las valoraciones realizadas al cierre económico de cada aerolínea (Iberia termina el año fiscal el 31 de diciembre y British Airways el 31 de marzo), ambas compañías aportan unos patrimonios netos de 1.504 millones de euros por parte del grupo español y 2.113 millones de libras (2.611 millones de euros) por parte de su socia británica. En total, 4.115 millones de euros. Como ya estaba previsto, Iberia tendrá tres meses para decidir si acude a la fusión o no una vez que ha conocido el impacto económico del agujero del fondo de pensiones generado en British Airways. El acuerdo de fusión deja claro que no se podrán utilizar ni la caja, ni líneas de financiación de la nueva compañía IAG o de Iberia para compensar esta aportación económica.