El consejo demandará al ejecutivo y su mano derecha por dos operaciones lesivas madrid. El pasado vuelve a resurgir en Metrovacesa. Y es que los accionistas de la compañía han decidido sacar algunos trapos sucios del que fue el presidente de la inmobiliaria y el consejero delegado, Joaquín Rivero y Manuel González, respectivamente, y llevarlos ante un juez. La junta autorizó ayer al consejo (liderado por seis entidades financieras) a interponer acciones sociales de responsabilidad contra esos dos administradores. ¿El motivo? Dos operaciones que efectuaron ambos directivos en 2006 y 2007 y que fueron lesivas para el grupo. Una de ellas se trata de una transacción mercantil. Metrovacesa contrató los servicios de la empresa Eusko Levantear Eraikuntzak II, cuyo administrador era Deepak Annand, tal y como recogen los documentos a los que ha tenido acceso este diario. Esta firma debería comprar a la inmobiliaria unos terrenos en Marbella. Para ello, le adelantó un dinero, en concreto, 50 millones de euros. A cambio la firma Eusko dio como garantía a Metrovacesa sus acciones. La comisión por esta operación era del 1,75 por ciento, es decir, 875.000 euros. Al final, no se hizo la operación y la firma devolvió los 50 millones de euros a la inmobiliaria, pero no los intereses, según indican los mismos documentos. Esta es una de las razones por las que Metrovacesa ha decidido sacar el trapo sucio, pero será el juez el que tenga la última palabra. La segunda transacción La segunda operación que llevará a los tribunales el consejo de Metrovacesa se trata de la compra de unos títulos a una sociedad, ubicada en Luxemburgo. La inmobiliaria traspasó a su filial Global Murex Iberia una aportación de 50 millones de euros el 4 de enero de 2007, tal y como acreditan los documentos a los que ha accedido este diario. Este dinero se destinó una semana después a suscribir una emisión de bonos que lanzaba la empresa Stratum Industrie, cuyo administrador era Deepak Annand. Esta sociedad de Luxemburgo destinó parte de ese dinero a operaciones corporativas y a la compra de acciones de Eiffage, cuando Sacyr estaba en plena lucha por entrar en el consejo de la constructora francesa. Todos estos movimientos se realizaron en 2007, cuando estaba al frente Joaquín Rivero y su equipo directivo. Un año más tarde, el 7 de mayo de 2008, Stratum Industrie devuelve a Global Murex Iberia 10 millones de euros por la liquidación de los títulos. Y la filial realizó esa transferencia a su matriz. En ese momento, el control de la inmobiliaria estaba en manos de los Sanahuja. El problema es dónde están los otros 40 millones de euros. El auditor de Metrovacesa descubrió esa diferencia de dinero y obligó a la compañía a provisionar el 75 por ciento de esos 40 millones de euros en las cuentas correspondientes al ejercicio 2008. Un año más tarde la compañía ha provisionado todo el importe. Estos serán las operaciones que intentarán sacar los actuales consejeros de Metrovacesa para acorralar a Joaquín Rivero, quien hoy hará una comparecencia pública para defenderse de las futuras acciones legales. Por lo que todo apunta al inicio de una nueva guerra con uno de los protagonistas de siempre, el empresario gaditano, contra otro contrario: los bancos accionistas de Metrovacesa (Santander, BBVA, Caja Madrid, Banco Popular, Banesto y Banco Sabadell). Aparte de estas medidas sociales, la junta aprobó el cambio de sede, de manera que se trasladará en los próximos meses a otro inmueble a las afueras de Madrid. De cara al futuro, la compañía prevé incrementar las rentas recurrentes en 40 millones de euros, hasta superar los 200 millones de euros de rentas, un 23 por ciento más que en 2009, a través de los cuatro proyectos. El plan incluye también apoyar el plan estratégico de su filial Gecina y reducir los gastos no financieros.