Su área de construcción nacional facturará un 15% menos en 2010 por el recortemadrid. Menos tarta que repartir, menos invitados a la fiesta. Ante el tijeretazo a la obra pública que se espera en España para este año y el próximo, las principales constructoras esperan recortes de empleo, tal y como adelantó ayer elEconomista. Un efecto de la crisis que también prevé el consejero delegado de Ferrovial, Iñigo Meirás. El número dos del grupo de infraestructuras advirtió ayer de que habrá un ajuste tanto en empleo como en compañías del sector. Ferrovial tampoco se escapará de las consecuencias de ese parón, por lo que, según sus cálculos, espera que la facturación de su negocio de construcción nacional caerá un 15 por ciento en 2010 respecto al año anterior. No obstante, la internacionalización de esa actividad será la que compense esa bajada de la actividad. El Ministerio de Fomento recortará 6.000 millones de euros la inversión en obra pública entre este año y el próximo ejercicio. De manera que para 2010 baraja un presupuesto de 14.000 millones de euros, frente a los 17.000 millones previstos inicialmente. Un tijeretazo al que le quitó hierro Meirás, ya que, según sus cifras, son los niveles de presupuesto que Fomento tenía en 2007. "Se va a poder vivir con ese ajuste de inversión", matizó. Otra de las consecuencias de ese recorte de presupuesto en obra pública en España será la desaparición de empresas medianas o pequeñas del sector o dará pie a fusiones entre esas compañías. Este es el caso de Sedesa y Ezentis. En este baile de integraciones, a su juicio, no participarán los grandes grupos de infraestructuras, como es el caso de Ferrovial. Esa misma tesis fue la que defendió el presidente del grupo, Rafael del Pino, durante la asamblea de accionistas. El ejecutivo pidió al Gobierno que "escuche" a la industria de la construcción y que el recorte de inversión en obra pública "sea inferior" a lo anunciado. De esa manera, lució la bondades de este sector como es la generación de riqueza, la dinamización de la economía y la creación de empleo. El principal objetivo Durante una rueda de prensa posterior a la junta de accionistas, el consejero delegado explicó que todavía el Ministerio de Fomento no ha desvelado qué proyectos se verán paralizados por ese recorte, aunque espera que el próximo mes el Departamento que dirige José Blanco de más detalles. El Plan de Infraestructuras Extraordinario (PEI) será uno de los salvavidas para ese parón de obra y, según Meirás, los proyectos que primero se licitarán serán la mejora de las autovías de primera generación. Aparte del mercado nacional, Ferrovial tiene pendiente otros asuntos, pero ubicadas en otras plazas. Uno de ellos es la venta del 10 por ciento de una de sus joyas de la corona, la autopista de peaje canadiense ETR-407. Ya han recibido ofertas no vinculantes por este trozo del pastel y los interesados están realizando un examen más exhaustivo del activo, explicó el número dos de Ferrovial. Según su calendario, entre el 12 y 20 de julio se presentarán ya las propuestas de adquisición vinculantes. Fuentes cercanas a la operación señalaron a este diario que lo más probable es que se cierre la transacción antes de que finalice este verano. Con esta venta, el grupo reforzará su músculo financiero y reducirá deuda, uno de sus principales objetivos. De hecho, para optimizar su endeudamiento, Ferrovial apostará por la emisión de bonos para sustituir a los préstamos bancarios, por lo que se vuelve a financiar los proyectos bajo la misma fórmula que se utilizaba antes de la bonanza de la liquidez. Ahora, el grupo está negociando con la banca la refinanciación de una parte de la deuda de su filial británica BAA, que vence en abril de 2011. Otro de los cheques que espera recibir Ferrovial antes de que finalice el actual ejercicio es el procedente de la venta de sus autopistas chilenas a la compañía colombiana Isa. La operación se cerrará el próximo otoño, cuando se terminen de reparar los daños causados por el terremoto que sufrió el país.