madrid. El plan de ajuste laboral de los nuevos dueños de Marsans contempla el despido de 1.279 trabajadores, el equivalente al 61,5 por ciento de la plantilla, y el mantenimiento de 800 empleos, según informan fuentes de la compañía. El recorte deberá ahora ser aprobado o rechazado por los tres administradores concursales nombrados por la juez. Fuentes jurídicas consideran que lo más seguro es que lo respalden. En este caso, el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) correría a cargo de las indemnizaciones, sobre la base de treinta días por año de servicio. En la reunión celebrada ayer con el comité intercentros, los nuevos dueños de Marsans siguen ofreciendo un máximo de 20 días. Justifican la oferta en que "intentar forzar una negociación sobre indemnizaciones es imposible, puesto que si desviáramos fondos para estas indemnizaciones no se dispondría de recursos para evitar la liquidación de la compañía, cuya situación es crítica a día de hoy". Los trabajadores calificaron el plan de Marsans de "fantasma" y señalaron que el único objetivo que persigue es su cierre definitivo.