La cadena también busca socios para su ambicioso proyecto en Brasilmadrid. Aunque hasta entrado el verano Sol Meliá no dará a conocer su plan estratégico para los próximos años, su informe anual de 2006 desvela alguna de sus intenciones. Por ejemplo, que la cadena de la familia Escarrer se ha fijado como reto los hoteles de nieve, que se han visto perjudicados debido "a las altas temperaturas del invierno". La hotelera también relanzará previsiblemente sus establecimientos de Canarias, en desventaja por el auge de los destinos caribeños, fuertes por la devaluación del dólar. Sol Meliá celebró ayer su Junta General de Accionistas en la que se aprobó una ampliación de capital de 18,4 millones de euros, así como el reparto de un dividendo de 0,122 euros por acción. La buena marcha de la cadena se refleja en sus propios planes de expansión. De hecho, vuelve a mirar al Caribe, en donde "no descarta compras adicionales", según consta en el informe anual. Allí intentará expandir la actividad de su unidad de negocio Vacation Club con cuatro complejos adicionales. Además, en Brasil, el grupo busca un socio local para desarrollar dos complejos con hoteles y viviendas. Sol Meliá también proseguirá con su proceso de desinversión de inmuebles y en 2007 prevé la venta de 100 millones de euros en activos, dinero que destinará a mantener hoteles y renovar las marcas. Este año, la cadena mallorquina espera que su ebitda se incremente entre un 40 y un 50 por ciento.