El 'delfín' de Josep Vilarasau que con astucia y sigilo superó la trayectoria de Antoni BrufauBarcelona. Isidre Fainé es un hombre perseverante. Nació en 1942 en el seno de una familia de agricultores, pero él pronto tuvo claro que no quería seguir con la tradición familiar. Corría el año 1961 y tenía apenas 19 años. El actual director general de La Caixa había dejado su Manresa natal para ir a estudiar a Barcelona. En la capital catalana encontró empleo en una fábrica de bobinado de motores, un sector de futuro comparado con el taller de bicicletas donde había empezado a trabajar a los 13 años por unas 52 pesetas a la semana. Su pasión era la física, y trabajar en una empresa de motores era algo casi vocacional.Sin embargo, Fainé tenía claro que quería seguir estudiando y eso le llevó a buscar un empleo compatible con la universidad. Acudió a un oferta de empleo en el Banco Atlántico. Según explica, le citaron a las cuatro de la tarde y allí acudió con sus mejoras ropas para realizar la entrevista. La espera se fue alargando y, no antes de las 10 de la noche, el director del banco le llamó para hacer la entrevista y un examen escrito. Cuando todo el proceso terminó, hacia la medianoche, el director le dijo: "Un día usted llegará a ser director general del banco". Se equivocó: ha llegado a presidente de La Caixa. Fainé siempre ha agradecido en público que el consejero delegado de Banco Atlántico, por aquel entonces, Guillermo Bañares, confiara en él. En 1964, una vez concluida la carrera de Económicas, fue nombrado director de inversiones del banco y, con 28 años, se le planteó el segundo gran reto de su carrera: sacar de la quiebra al Banco de Asunción de Paraguay. Tras esa etapa fuera de España, regresó como director de personal de Riva y García y, en 1974, cumplió con sus deseos de gestionar equipos. La capacidad de trabajo y su vocación comercial le han convertido en el hombre fuerte de La Caixa que cumplió la profecía de aquel director del Atlántico: asumió la dirección general de Banca Jover.Cuatro años después dirigió Banco Unión. En 1991, ocupó la dirección general adjunta ejecutiva de La Caixa gracias al ex presidente José Vilarasau (cargo que compartió con Antoni Brufau, hoy presidente de Repsol YPF) y ocho años después fue nombrado director general único de la entidad. Desde entonces, Fainé es el hombre fuerte de La Caixa que ha labrado su camino para alcanzar la presidencia. Su enorme capacidad de trabajo, combinada con unas dotes comerciales dignas del mejor vendedor, le han convertido en el sucesor deRicardo Fornesa como presidente. Fainé tiene 65 años y a partir de mañana asumirá la presidencia de la primera caja española.Pero Fainé no es hombre de una sola carta. Entre otras muchas cosas, es vicepresidente de Telefónica y presidente de Abertis. En la concesionaria de autopistas, Fainé, junto al consejero delegado de la compañía, Salvador Alemany, diseñaron una operación perfecta para fusionar la compañía con la italiana Autostrade. Sólo la oposción del minstro de Infraestructruas italiano, Antonio Di Pietro, fustró una operación que teneía todas las bendiciones de los accionistas.A Fainé le espera ahora un etapa donde, con el apoyo de Fornesa desde Caixa Holding, gestionará la primera corporación industrial y fianciera del país. Dos retos que seguro que asume con esa confianza en sí mismo que siempre demuestra.