El grupo realiza estudios sobre los futuros motores de combustión, electrificación del transporte, bioenergía, hidrógeno, energías renovables, y captura de CO2. Además, a través del reciclado de neumáticos, produce asfaltos que reducen la contaminación y mejoran la seguridad vial. Por J. L.La innovación es la clave. Y uno de los casos más evidentes de la importancia que concede a este ámbito el sector energético es Repsol. Para esta compañía, la inversión en I+D+i es un factor clave. Por eso, cuenta con dos centros de tecnología, uno en España y otro en Argentina, en los que trabajan más de 400 técnicos e investigadores. Éstos se encargan de la mejora continua, de la eficiencia y de la calidad técnica y medioambiental de los procesos y productos que desarrolla la compañía. Además, en estos momentos, el grupo participa en más de 200 acuerdos de colaboración tecnológica con diferentes entidades nacionales e internacionales, de ámbito académico y empresarial. Por otra parte, Repsol lleva a cabo estudios periódicos de prospección tecnológica sobre los futuros motores de combustión, la electrificación del transporte, bioenergía, el hidrógeno como vector energético, energías renovables, captura y almacenamiento de CO2, etc. Estos estudios permiten desarrollar nuevos proyectos y diseñar las líneas de trabajo futuras. Precisamente, el pasado abril, la compañía presentó la unidad de negocio de Nuevas Energías, que nace con el objetivo de impulsar, respaldar y aunar todas las iniciativas que contribuyan a un futuro energético más diversificado y respetuoso con el entorno. Además, esta unidad será responsable de identificar, promover y desarrollar iniciativas de negocio relacionadas con la bioenergía, con energías renovables vinculadas a la actividad de Repsol y con proyectos ligados a la reducción de carbono. Mayor uso del AutoGas Entre los proyectos de Repsol se encuentra su participación en el desarrollo de nuevas energías y tecnología para el transporte. Según el grupo, la eficiencia energética en el transporte vendrá dada a corto y medio plazo por la mejora de los motores de combustión interna, el uso más intensivo del AutoGas y los vehículos híbridos. La electrificación con baterías o pilas de combustible representa un gran potencial a más largo plazo. La compañía, en su afán por promover nuevas energías, trabaja en ambas líneas. En el caso de AutoGas (el carburante alternativo más utilizado en el mundo), esto ya es una realidad y es líder en España en su distribución. Se trata del carburante alternativo menos contaminante, ya que permite rebajar las emisiones de óxidos de nitrógeno y partículas, los principales contaminantes urbanos, además de reducir las emisiones de CO2. Repsol ha firmado acuerdos con diferentes ayuntamientos y empresas para promover su implantación en España. En Europa ya hay más de 7 millones de vehículos impulsados con AutoGas, entre ellos 1.500 autobuses urbanos de 25 ciudades europeas. También en este ámbito, Repsol en colaboración con el Ente Vasco de Energía está trabajando ya en el desarrollo conjunto de una red de recarga de vehículos eléctricos en Euskadi. Otro de los proyectos del grupo se centra en el reciclado de neumáticos, a través del cual produce asfaltos que reducen la contaminación medioambiental y acústica, y mejoran la seguridad vial. El asfalto, o betún, se obtiene a través del proceso de refino del petróleo y aunque sólo compone un 5 por ciento de las carreteras, su influencia es decisiva porque ejerce de ligante con la grava y de impermeabilizador. Repsol ha creado un sistema con el que incorpora el polvo de neumáticos usados para mejorar el asfalto de las carreteras. Se ha comprobado que utilizando este betún de neumático se reduce el impacto acústico del tráfico, se retrasa el deterioro del firme y se reciclan toneladas de neumáticos fuera de uso. Además este asfalto mejora la adherencia aumentando la seguridad de nuestras carreteras. Reciclar neumáticos El reciclado de neumáticos usados en carreteras constituye una de las tecnologías innovadoras desarrolladas por Repsol en la búsqueda de la eficiencia energética. Un neumático necesita grandes cantidades de energía para ser fabricado y provoca, si no es convenientemente reciclado, contaminación ambiental al acabar formando parte generalmente de vertederos. En la actualidad, Repsol recicla más de 10.000 toneladas de neumáticos al año para este fin, contribuyendo, además, a la eliminación de los residuos de este producto. Con este proyecto, el grupo contribuirá a eliminar de diferentes vertederos y centros de almacenamiento millones de neumáticos usados, que suponen un riesgo potencial por su toxicidad y/o incendio.