madrid. Mujer en un sector en el que predominan los hombres, Maite Ballester se ha convertido en uno de los pilares de la firma de capital riesgo 3i, en donde lleva más de una década. Socia en España de la compañía británica, se muestra satisfecha de haber intermediado en la compra de una parte del capital de la empresa del afamado arquitecto Norman Foster, que cuenta con 1.000 empleados y factura 140 millones de libras al año. P ¿Qué hace una empresa como 3i en un estudio de arquitectura?R Cómo no estarlo cuando la arquitectura de firma es un mercado que crece al año un siete por ciento a nivel global. Y lo mejor es que prevemos que crecerá entre un 7 y un 10 por ciento en los próximos años. P ¿Y por qué Foster + Partners? R Porque vimos que, más allá de ser una empresa que depende de Foster, es una marca global. Es un modelo de negocio muy sostenible. P ¿Por qué han requerido su asesoramiento en España? R He participado en la evaluación y negociación porque el sello Foster tiene mucha presencia en nuestro país, así como proyección de crecimiento. La Ciudad de la Justicia, Bodegas Faustino o la Torre Repsol, que será el edificio más alto de España, son algunos de sus diseños.P ¿Qué planes tiene 3i para hacer crecer esta compañía? R Una de las cosas que hemos prometido a Foster + Partners es ayudarle a establecer un gobierno corporativo más sólido para poder cumplir nuestro objetivo, que es sacarla a bolsa en Londres y hacerlo en un plazo máximo de tres años.P¿Y cuánto tiene que crecer?R La verdad es que nos conformamos con que crezca al nivel al que lo viene haciendo, que es de entre un 15 y un 20 por ciento al año. Si sigue así, conseguirá el tamaño necesario, y como tiene una marca fantástica para sacarla a bolsa, se podrá colocar fácilmente. P ¿Le darán también mayor proyección internacional? R Lo cierto es que es muy atípica como empresa familiar porque ya es muy internacional. De hecho, en 2005 el grupo se dividió en seis categorías para dotarse de una estructura con la que poder expandirse internacionalmente. Y nuestro plan es potenciar eso. Nosotros no estamos en las empresas para conseguir los negocios o las ventas. P ¿Cómo lo harán entonces?R Pues formando un Consejo de Administración con profesionales que organicen una estructura de gestión que ahora es más familiar. Para ello, hemos dado entrada en el accionariado a un número de socios que ocuparán cargos de directores. Esta es una buena forma de alinear intereses, para que no sólo se sientan empleados, sino un poco propietarios de su propio destino. Aunque tengan pocas acciones, influye. No es lo mismo decir "trabajo ahí", que decir que "soy accionista".P ¿Por qué cree que el negocio de la arquitectura tiene tanto tirón? R En el mundo se está produciendo lo que se ha llamado efecto Bilbao. Antes de que se construyera el Guggenheim, esa ciudad no estaba en la parada de apenas ningún turista. Ahora, está en la ruta de cualquier norteamericano o europeo.