Varias organizaciones pedirán a Bruselas que pare las obrasMadrid. Jesús Rivera, el titular del juzgado número 2 de lo contencioso-administrativo de Almería, puede parar los pies a George Soros, al igual que ya lo hizo con el polémico hotel de El Algarrobico, tal y como adelantó ayer elEconomista. El juez admitió a trámite en diciembre de 2006 (ver imagen) la denuncia contra el Ayuntamiento de Mojácar y su proyecto urbanístico. Éste contempla la construcción de dos hoteles de gran lujo, un campo de golf y 1.400 viviendas a escasos metros de la playa de Macenas, en Mojácar.En el juzgado reconocen que "la denuncia se ha admitido a trámite y el proceso está en fase de instrucción", pero la inmobiliaria insiste en que cumple con la legalidad. "No existe en estos momentos ninguna medida cautelar interpuesta contra Med Group ante el juzgado", dice la compañía. En su opinión, "el nuevo deslinde del proyecto no discurre ni un centímetro cuadrado por la zona pública". La organización Salvemos Mojácar insiste, sin embargo, en que "eso es algo que tendrá que decidir el juez" y solicitará la paralización cautelar de las obras la semana que viene porque considera que el hotel se está construyendo sobre una rambla en la que está expresamente prohibida la edificación. Varias plataformas ciudadanas y asociaciones ecologistas pedirán además la intervención urgente del Parlamento Europeo para que paralice las obras en la zona.La salida de SorosMed Group manifiesta, por otra parte, que la salida de Soros no obedece a los problemas urbanísticos que está sufriendo en España. Según la empresa, el fondo de inversión del financiero, Grove Partners, habría firmado un contrato para abandonar la empresa a finales de 2007. Las fuentes consultadas por elEconomista insisten, no obstante, en que Soros no esperaba tener tantos problemas para la construcción de complejos urbanísticos en España y ha preferido abandonar el mercado. Soros entró en el sector inmobiliario en el año 1999 con la compra del 90 por ciento de Med Group, aunque vendió posteriormente la mitad de sus acciones al fondo de inversión Perry Capital, que está buscando ahora nuevos accionistas. En un principio, se planteó la salida a bolsa de la compañía, aunque sus socios han preferido esperar a que gane tamaño. Para ello, la inmobiliaria que preside Jordi Robinat tiene en cartera la construcción de varios campos de golf y una docena de hoteles de cuatro y cinco estrellas que, según su política, pasarán a estar gestionados por distintas enseñas hoteleras.