Nueva york. Motorola continúa redoblando sus esfuerzos para volver a obtener beneficios. El segundo fabricante de móviles del mundo anunció ayer que va a recortar 4.000 puestos de trabajo más, que se sumarán a los 3.500 trabajadores que la compañía ya pensaba despedir para antes del 30 de junio. Esta cifra representa, en total, un 11 por ciento de la plantilla, que contaba con 66.000 empleados a finales de 2006. La empresa estadounidense ha iniciado además una reducción de gastos y espera eliminar costes anuales por valor de 1.000 millones de dólares. Motorola ha perdido cuota de mercado a manos de rivales como el líder Nokia, debido a una ausencia de teléfonos avanzados y una fuerte competencia de precios. Además, está experimentando dificultades para encontrar un reemplazo a su popular móvil extraplano V3, que tuvo una gran acogida con un excelente número de ventas. En los últimos meses, el fabricante había señalado que estaba cambiando sus prioridades para mejorar la rentabilidad, en lugar de tratar de ganar cuota de mercado a cualquier coste.