El director general, Ignacio Lagartos, abandonará la entidad al materializarse la uniónvalladolid. A Fitch no le ha gustado la fusión entre Caja Duero y Caja España. La agencia de calificación Fitch ha puesto el rating a largo plazo de la entidad leonesa bajo perspectiva negativa por considerar que la entidad resultante se enfrenta a los retos del estancamiento de la economía española y no se beneficia de la diversificación geográfica. Las dos cajas, cuyas asambleas aprobaron el pasado sábado su fusión, pedirán 525 millones al Frob. Fitch estima que dichos recursos, que deberán ser devueltos a un interés del 7,75 por ciento, permitirán absorber saneamientos en la cartera hipotecaria y de enajenación de activos de la entidad combinada, si bien considera que el proceso de integración entraña riesgos, informa Ep. Advierte además de que la entidad fruto de la fusión seguirá afrontando retos significativos por la situación económica de España, con un crecimiento átono en los próximos años, una tasa de paro de alrededor del 20 por ciento y un sector inmobiliario en recesión. Por otro lado, el actual director general de Caja España, Ignacio Lagartos, no continuará vinculado a esta entidad cuando se materialice la fusión con Caja Duero, a mediados del mes de julio. El directivo tiene previsto acogerse al plan de bajas incentivadas y prejubilaciones que las dos entidades han puesto en marcha para hacer viable la fusión y que supondrá la salida de cerca de 800 trabajadores. No obstante, Ignacio Lagartos no parece dispuesto a poner fin a su vida laboral y asegura que seguirá "haciendo cosas interesantes". La salida de Lagartos de la dirección general de Caja España, a la que accedió en 2003, era previsible, después de que no figurase en el organigrama de la nueva entidad, cuyo director general será el salmantino Lucas Hernández, de Caja Duero.