Viejo conocido del parqué español, jugó en contra de FCC y SacyrMADRID/barcelona. Albert Frère es un viejo conocido del mercado español, que no puede presumir de haber dejado un buen recuerdo entre algunas de las mayores fortunas del país. Hombre de negocios, su única ley es el dinero y carece de escrúpulos cuando le ofrecen una buena rentabilidad. Él siempre se mueve por puro interés económico.Así lo demostró hace tres años, cuando abrió a Acciona la puerta de atrás de FCC, vendiéndole el 8,6 por ciento que controlaba en la constructora de Esther Koplowitz, y desató desató uno de los enfrentamientos empresariales más famosos de la historia reciente.El año pasado, volvió a jugar en contra de los interés españoles y en favor de los suyo propios, cuando se dejó atrapar por los cantos de sirena de Jean-François Roverato. El presidente de Eiffage, la tercera constructora de Francia, le convenció para adquirir el seis por ciento del grupo galo y, así, bloquear la entrada de Sacyr Vallehermoso en el consejo.Dicho y hecho. En marzo de 2006, Frère anunció que había adquirido el 6,1 por ciento de Eiffage; un mes después, votó en contra de Sacyr; y en diciembre de ese mismo año vendió todas sus acciones con unas plusvalías de 90 millones de euros. Curiosamente, quienes compraron su paquete de acciones fueron los directivos de Eiffage, la entidad CDC y a la aseguradora Groupama, es decir, la guardi petroriana de Roverato que sigue vetando la entrada de Sacyr.La encarnación de CenicientaCon una fortuna valorada en más de 11.000 millones de euros, el octogenario Albert Frère encarna el prototipo de hombre humilde que construye un imperio gracias a un olfato especial para los negocios. Hijo de un vendedor de clavos, comenzó a amasar su fortuna a los 30 años con al comercio de acero, en los alrededores de Charleroi. Sin estudios universitarios y con el único recurso de las ventas que le proporcionaban las incipientes industrias acereras de la Bélgica francófona (más pobre y más industrial que la flamenca), Frère empezó a montar el hólding Groupe Bruxelles Lambert (GBL), su brazo inversor.Aunque el pasado empresarial de Frère abarca todo tipo de empresas, en los últimos años ha centrado sus objetivos en dos sectores: energía y construcción. Total, Suez, Eiffage y Lafarge ya han pasado por sus manos. Ahora, Iberdrola.