La Junta paralizó ya las obras el año pasado porque el hotel de lujo invadía suelo público en la playamojácar/madrid. Debajo de los adoquines está la playa. Era uno de los gritos más coreados en París, en Mayo del 68, y podría convertirse en el lema del gran proyecto urbanístico que el multimillonario George Soros pretende construir en la costa de Almería. Aunque no lo va a tener nada fácil. Jesús Rivera, el juez que paralizó el polémico hotel de El Algarrobico, en Carboneras, está investigando ahora si el complejo que la inmobiliaria de Soros, Med Group, está construyendo en Mojácar incumple la Ley de Costas. El proyecto, que abarca 300 hectáreas en primera línea de playa y supone una inversión de 181 millones de euros, está en el aire. Y con ello, la construcción de dos hoteles -uno de de cinco estrellas que gestionará la enseña Westin-, un campo de golf de 18 hoyos y 1.400 viviendas de lujo. En los próximos días, una plataforma ciudadana, Salvemos Mojácar, solicitará la paralización cautelar de las obras en el juzgado número 2 de lo contencioso-administrativo, en Almería, y pedirá incluso la intervención del Parlamento Europeo. Ésta no es, sin embargo, la primera vez que el millonario de origen húngaro tiene problemas en España con el ladrillo. El año pasado, la Junta frenó ya la construcción de una urbanización de más de 900 viviendas que iba a promover en la localidad malagueña de Nerja y la Consejería de Medio Ambiente paralizó las obras en Mojácar al reconocer que invadía zonas de dominio público y no respetaba la distancia mínima de cien metros respecto al mar que marca la Ley. El delegado de Obras Públicas en Almería, Luis Caparrós, aseguró ya entonces que la Junta "será urbanísticamente muy contundente" si en las investigaciones que están realizando Medio Ambiente y el departamento de Costas "se desprende que hay irregularidades y se ha invadido el dominio público", y que, por lo tanto, puede verse afectado el plan parcial de la zona. Med Group reconoce que llegó a construir a sólo 40 metros de la playa. Según dice, cambio el proyecto inicial "de forma voluntaria" para evitar sufrir los mismos problemas que había tenido El Algarrobico y tras retrasar el proyecto unos metros reemprendió las obras.Problemas con el ladrilloEn la denuncia presentada ahora ante los tribunales, la plataforma Salvemos Mojácar, insiste en que "el hotel de cinco estrellas ocupa los terrenos públicos pertenecientes a las ramblas de Macenas", algo prohibido expresamente en la licencia que se concedió a Soros. Y lo peor es que se podrían haber vertido también de forma ilícita miles de escombros sobre un área prohibida. Ante esta situación y "dados los indicios de ilegalidad de la construcción tanto del hotel como del campo de golf", reflejados en la denuncia, el juez podría revocar los permisos otorgados tanto por el Ayuntamiento como por la Confederación Hidrográfica del Sur. Si así fuera, y al igual que ha ocurrido en El Algarrobico, se ordenaría la paralización inmediata de las obras y el precinto del terreno.La situación es tan grave que George Soros ha decidido desvincularse del sector inmobiliario español y ya ha puesto en marcha la venta de su paquete de acciones en Med Group. En 2008 estará fuera.El financiero entró en este mercado en el año 1999 con la compra del 90 por ciento de Med Group, aunque vendió posteriormente la mitad de sus acciones al fondo de inversión Perry Capital. La inmobiliaria mantiene que "estamos tranquilos pese a las investigaciones del juez porque no hay nada que esconder". Fuentes próximas a la empresa reconocen, además, de forma extraoficial que "lo lógico es que cuando una zona se considera urbanizable, la Ley de Costas se flexibilice".Un proyecto emblemáticoAunque tiene otras inversiones en España, el proyecto de Playa Macenas, junto al Parque Natural del Cabo de Gata, era uno de los emblemas inmobiliarios de George Soros en España. Se trata de uno de los pocos parajes vírgenes que quedan todavía en el litoral almeriense y, según ha reconocido en varias ocasiones la empresa, su intención es que "se convierta en una referencia urbanística no sólo en Almería, sino en toda Andalucía". A la espera de lo que ocurra con el complejo, las posibles irregularidades cometidas en Playa Macenas le han costado ya muy caras a su anterior alcalde, el socialista Gabriel Flores. Aunque el PP era el partido más votado en la localidad, el PSOE, con sólo dos representantes en el Ayuntamiento, gobernaba en coalición. Todo hasta las elecciones municipales del pasado domingo, porque los socialistas han perdido casi el 60 por ciento de sus votos y no han conseguido ningún concejal. Este periódico intentó conocer ayer sin éxito la versión del ya ex alcalde. "Desde las elecciones no ha vuelto por el Ayuntamiento", aseguró una portavoz del consistorio.Lo peor, quizás, para los habitantes de Mojácar es que su pueblo no es ninguna excepción en la comarca. A pocos kilómetros, Vera, el pueblo donde se ha comprado un adosado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, planea construir más de cien mil viviendas sin tener garantizada ni el agua ni los servicios públicos. Y un poco más allá, Palomares, una pedanía de Cuevas de Almanzora, proyecta otras cinco mil más en una zona donde, según reconoció el Consejo de Seguridad Nuclear, hay todavía radioactividad tras el accidente de dos aviones norteamericanos en la década de los años sesenta.El 8 de mayo el presidente de la Junta, Manuel Chaves, ofreció a promotores y constructores un gran pacto urbanístico para frenar la especulación. Según dijo, su Gobierno sólo iba a permitir a partir de ahora la construcción de 100.000 viviendas nuevas cada año, 65.000 menos que hasta ahora. "El modelo de desarrollo lo marcará el Gobierno, pero queremos abrir un diálogo con todos los agentes implicados sobre las necesidades existentes", aseguró. La pregunta es: ¿cumplirá su promesa?