El presidente de la compañía confía en que la nueva normativa no perjudique al sectorMADRID. Una cosa son los bancos y otra las aseguradoras. La distinción volvió a ponerla ayer de relieve el presidente de Mapfre, José Manuel Martínez, a la hora de recordar a los políticos que la nueva regulación, que exigirá unos mayores niveles de solvencia, tendría que discriminar entre la banca y las aseguradoras. Martínez, durante su intervención en unas jornadas organizadas por la International Insurance Society (IIS), reconoció que "estamos actuando muy bien como lobby, por lo que no creo que la nueva directiva sea muy perjudicial para las actividades aseguradoras". Tras su intervención en este foro que reúne a las principales empresas del sector asegurador internacional, el presidente de Mapfre abundó en su idea de diferenciar el sector asegurador del financiero al recordar que, por ejemplo, en España se dan inyecciones de capital a las cajas mientras que ninguna aseguradora ha tenido que ser rescatada. "Si el sector del seguro ha demostrado su éxito durante muchos años, ¿por qué vamos a tener que elevar ahora nuestros niveles de capital" se perguntó el presidente de Mapfre para recordar, después, que el único caso grave de fracaso de una compañía aseguradora fue el de AIG "y se produjo por sus inversiones financieras", remachó. En cualquier caso, y si finalmente las exigencias de capital para las aseguradoras se incrementan, José Manuel Martínez advirtió de que "serán los tenedores de las pólizas los que paguen el precio". Otro de las consecuencias que podría derivarse de este aumento de las exigencias de capital recaería sobre viabilidad de algunas aseguradoras de pequeño o mediano tamaño. 'Mea culpa' El presidente de la primera aseguradora española también entonó el mea culpa de un sector al que le queda un largo camino por recorrer en el ámbito de la transparencia: "es inadmisable que se siga hablando de letra pequeña, tenemos que hacer algo para que esto cambie", sentenció.