El móvil llegará a España en julio, más tarde que en Alemania, Francia e Inglaterramadrid. Vísperas de mucho, fiestas de poco. Algo parecido sucedió ayer en la Conferencia de Desarrolladores de Apple. Steve Jobs, fundador de la compañía, dejó a millones de sus seguidores con el regusto de que las altas expectativas depositadas en el iPhone 4 resultaron excesivas. Los mercados así lo valoraron, con caída de los títulos del 1,96 por ciento en la bolsa neoyorquina. Ni reconocimiento de voz ni grandes filigranas tecnológicas: lo más destacado del iPhone 4 es la posibilidad de realizar videoconferencia de alta calidad a través de las redes WiFi. Con esa aportación, el móvil de Apple pretende rescatar del olvido la utilidad con la que se promocionó el UMTS a principios de siglo. Hasta la fecha, la videoconferencia por el móvil ha sido uno de los grandes fracasos de la telefonía móvil. A partir de ahora, Apple puede cambiar la historia. España, en segunda fila El fabricante californiano sitúa a España en la segunda fila de sus prioridades, detrás de los líderes Estados Unidos, Japón, Reino Unido, Francia y Alemania. Los ciudadanos de estos últimos mercados podrán disfrutar del iPhone a partir del 24 de junio. En España llegará en julio, al mismo tiempo que en Australia, Austria, Canada, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Italia o Irlanda, entre otros mercados. El padre de Apple desveló ayer las principales características de una nueva generación de iPhone. A grandes rasgos, se trata de un terminal que mejora todas las prestaciones de sus antecesores, prestando especial atención a la duración de la batería y la resolución gráfica de la pantalla. En el iPhone 4 cambia levemente el diseño (pierde las líneas redondeadas), mejora las prestaciones de la pantalla, incorpora una segunda cámara, afina la calidad del sonido con un segundo micrófono, permite grabar vídeo en alta definición e incorpora el software iOS4, capaz de hacer varias tareas al mismo tiempo. Jobs también avanzó una nueva área de negocio para Apple a través de iAds, su nueva plataforma para vender y gestionar publicidad que estará operativa a partir de julio. Según explicó el consejero delegado, el usuario recibirá publicidad sin salir de la aplicación en la que se encuentra. Según este esquema, los anunciantes deberán contratar directamente los espacios con Apple, que ya ha recibido en las últimas semanas propuestas por valor de 60 millones de dólares. Una docena de grandes anunciantes ya han demostrado su interés por el soporte. El negocio será muy rentable para la compañía, pero también para los desarrolladores, que recibirán el 60 por ciento. Por otro lado Foxconn, la mayor compañía mundial de ensamblaje de productos electrónicos, que cuenta entre sus clientes a Nokia, HP, Sony o Apple, ha ofrecido a los trabajadores de su planta china de Shenzhen una subida de sueldo del 66 por ciento a partir de octubre, según informó la empresa, afectada por una oleada de suicidios.